Final asiática al piano
Kuwahara, Sato y Sun pugnaron por el premio Maria Canals
Tres asiáticos se disputaban ayer el premio internacional de música Maria Canals, el decano de los concursos de piano en España y uno de los más prestigiosos a nivel mundial, que este año ha alcanzado su 62.ª edición. Como ya es tradición, el Palau de la Música es el escenario oficial que alberga ininterrumpidamente el concurso desde 1954. El certamen atrae a jóvenes pianistas de entre los 18 y los 30 años de los cinco continentes. Pero más allá de la concentración de emergentes figuras en el panorama de la música clásica, el concurso tiene la voluntad de convertirse en un referente social en la ciudad. Hasta ayer, y desde el 8 al 17 de marzo, las calles de Barcelona se inundaron de pianos de cola en lugares tan frecuentados como un intercambiador de metro. Un homenaje al instrumento en cuestión y a la difunta organizadora del concurso.
Los japoneses Shiori Kuwahara (20) y Hiroo Sato (28), y el chino Sun Yutong (20) son los concursantes que han alcanzado la anhe- lada final tras haber superado tres pruebas eliminatorias. A pesar del amplio repertorio que disponen, por segunda edición consecutiva los tres finalistas han escogido interpretar la misma obra: el Concierto núm. 2 en do menor, op. 18 de Rajmáninov. Independientemente del resultado final todos ellos recibirán, además de una cuantiosa remuneración económica, la oportunidad de ofrecer sus recita- les de piano en conciertos nacionales e internacionales.
El ensayo previo a la prueba final aguarda diversos alicientes para los jóvenes talentos asiáticos. Por primera vez los aspirantes tendrán la oportunidad de conocer a su mayor aliado: el piano Viena Concert 280, que proviene directamente de tierras austríacas. Una primera toma de contacto pa- ra familiarizarse con el nuevo modelo de Bösendorfer, hecho artesanalmente en su integridad.
Otro de los incentivos es que la Jove Orquestra Nacional Catalana (JONC) se encarga de acompañar a los finalistas en el ensayo. Todos disfrutan del encuentro a la vez que se encuentran inmersos en la misma burbuja. Pero sin lugar a dudas, el mayor atractivo para cualquiera es contemplar el marco incomparable en el que se encuentran. Nadie escapa del sobrecogimiento ante la majestuosidad del escenario que por primera vez pisan.
Las eliminatorias se celebran en el Petit Palau, de manera que para todos ellos es la primera que pisan este suelo. Incluso Kuhawara que ha tocado para el Emperador Akihito se muestra impresionada. “Es la primera vez que estoy aquí”, revela un emocionado Hiroo Sato, que ni se imagina la solemnidad del lugar con el auditorio lleno. Por su parte, Sun Yutong aprovecha cada segundo de descanso para relajar músculos y extender la vista por su campo visual. El silencio que impera al final de cada ensayo se sustituirá al atardecer con una estruendosa ovación para estos prodigios del piano.