De apellido, Pippen
Cuando mira a la cámara es como si te mirara Scottie Pippen. Cuando la ves en las fotografías sonriendo, ocurre lo mismo. Que la memoria lleva a recordar a aquel magnífico escudero de Michael Jordan en los Chicago Bulls de la época dorada. Y también se llama Pippen, Taylor Pippen. Tiene 22 años y es hija del exbaloncestista. Pero nunca ha mantenido ninguna relación con él. El jugador no quiso saber nada de ella. Fruto de un encuentro sexual entre Scottie y su madre, la entonces modelo Sonya Roby, Taylor nunca formó parte de la familia del escolta, que casi al mismo tiempo tuvo otra hija con su prometida de aquel momento. El crack afrontó una demanda de paternidad y fue obligado a pasarle a la madre de Taylor una manutención mensual de 5.000 euros, además de un fondo universitario, según publicó el Chicago Tribune. El jugador comentó que había cometido un error y que le tocaba pagar por ello. Era 1994 y los Bulls tra- taban de sobreponerse, sin éxito, a la primera retirada de Michael Jordan.
Y es que Scottie Pippen, como otras muchas figuras de la NBA, ha tenido una vida personal errática y muy agitada, lo que le llevó incluso a declararse en bancarrota y a tener que vender su casa. Se dice que ha tirado por la borda una fortuna de más de 100 millones y ahora vive con otros cuatro hijos, a la misma vez que ejerce de asesor de los Bulls, que acudieron al rescate de uno de sus jugadores más legendarios. Se ha casado dos veces pero ha tenido hijos con cuatro mujeres.
Por eso la joven ha heredado de su padre, seis veces campeón de la NBA, muchos rasgos, el apellido y una cierta cantidad de dinero pero nada más, a pesar de que creció en Chicago, que respiraba entonces mucha pasión por el deporte de la canasta. Pero ni siquiera le ha llamado la atención el baloncesto para dedicarse. Lo suyo es el voleibol. Hace unas semanas desembarcó en Tenerife para enrolarse en las filas del equipo Fígaro Peluqueros, uno de los mejores clubs de la Superliga femenina.
Debutó el pasado sábado en Menorca y con victoria (0-3) y se convirtió en una de las mejoras bloqueadoras de la jornada. “Estoy muy feliz con mi fichaje. Estoy encantada con lo que he podido ver hasta el momento de Tenerife. Todo es precioso. Mi familia está muy celosa de donde voy a vivir a partir de ahora”, señaló la jugadora, que cuando fue presentada, en un supermercado de una cadena, reconoció que no sabía nada de la isla, ni siquiera conocía dónde estaba ubicada con exactitud en un
LEJOS DE LA CANASTA Primero lo intentó con el ballet y después se pasó al voleibol, pero nunca quiso saber nada del baloncesto Taylor Pippen, hija del mítico jugador de la NBA aunque nunca convivió con él, ha debutado en la liga española de voleibol UNA LEYENDA DE VIDA AGITA DA Su padre ha tenido hijos con cuatro mujeres diferentes y tiró por la borda una fortuna de 100 millones
mapa. Ahora ya lo sabe y espera el debut en casa tras estrenarse a domicilio.
“Al principio estaba un poco nerviosa, pero en cuanto comenzó el partido me mentalicé. He podido comprobar que se trata de una liga muy dura, con jugadoras de gran nivel, pero las chicas han hecho un gran trabajo durante toda la temporada”, afirmó tras la clasificación del Fígaro Peluqueros para las semifinales ligueras.
Con unas condiciones atléticas ideales para el voleibol y con un 1,82 metros de altura este deporte no fue la primera afición de Taylor, que primero lo intentó con el ballet, con el apoyo de su madre, que tras dejar la moda después se dedicó a la fotografía. Pero la afición de una amiga por el voleibol le hizo probar suerte y se enganchó a pasar la pelota por encima de la red. Y no dejó de jugar. Ya en el Carmel Catholic High School destacó como una de la mejores deportistas de su edad en su país, ganando varios títulos nacionales además de galardones personales y después siguió mejorando mientras se formaba en la Southern Illinois University. Allí se ha graduado en marketing.
Nada que ver con otra de las hijas de Pippen, su hermanastra Sierra, que hace unos meses fue detenida después de que entrara en un hotel de lujo causando un gran alboroto y orinara en el vestíbulo tras haber ingerido algunas copas de más.
A Taylor no se le conocen esas veleidades y ha decidido afrontar su primera experiencia europea entre otras razones porque en Estados Unidos no hay liga profesional de voleibol, un deporte de raigambre universitaria en el país, aunque con muy buen nivel, como demuestra la medalla de plata que lograron las estadounidenses en los Juegos Olímpicos de Londres en el 2012. A la jugadora del Fígaro Peluqueros no le ha pesado el apellido.