Ciudadanos alarmados
El auge de la AfD preocupa a las entidades sociales pro inmigración
En la Einewelthaus, la casa de un mundo, sede de entidades sociales de Magdeburgo, un grupo de ciudadanos alarmados por el cariz que toma la política en Sajonia-Anhalt han acudido a una charla sobre movimientos populistas. El grupo es reducido –apenas veinte personas–, pero muy implicado. “Los pronósticos electorales hablaban de un resultado de dos cifras para la AfD, pero yo no me esperaba que casi uno de cada cuatro votantes elegiría ese partido”, dice Manja Lorenz, coordinadora de actividades de AGSA, asociación que aglutina a las 41 entidades de formación política y apoyo a inmigrantes que transitan por la Einewelthaus.
No deja de ser una paradoja. “La AfD, que es un partido de mercado, incluyó en su programa recortes sociales para los jubilados, las familias monoparentales, los parados y los trabajadores contratados –señala Lorenz–. Eso no les ayuda; y en el Parlamento regional tendremos en los próximos cinco años a 24 diputados de un partido étnico-nacional, no liberal, y enemigo de las minorías”. El hemiciclo consta esta legislatura de 87 diputados.
Markus Liske –coeditor de la antología sobre populismo en Alemania sobre la que se habla en la reunión– considera casi estrafalario que la AfD haya tenido el 24,2% de votos en un land económicamente poco boyante. “Hay dos explicaciones paralelas –sos-