Vender la moto y mucho más
CÉSAR ROJO, DIRECTOR GENERAL DE KTM ESPAÑA Y PRESIDENTE DE ANESDOR
Este es un país de gran afición motera, pero que no ha aguantado como potencia industrial del sector: Yamaha, Derbi o Suzuki cerraron sus fábricas; muchas marcas históricas locales desaparecieron; Honda mantiene un centro logístico europeo y la fabricación minoritaria de Montesa... Pero esta visión apocalíptica no le gusta nada a César Rojo, director general de KTM en España y nuevo presidente de Anesdor, la patronal de las dos ruedas. “Tenemos que hablar de centros de negocio. Y ahora los que hay en España están generando más facturación que cuando había más fábricas”. Se refiere a que hay marcas que compran a la industria auxiliar española y antes no lo hacían –como hace KTM con discos y tubos de freno o asientos–. Al apoyo a las ingenierías. Al hecho de que marcas internacionales como Triumph hacen sus homologaciones de producto en el Idiada. Al efecto de tracción que generan las “más de 20 novedades mundiales que se presentan” (el 50% en Catalunya, el 30% en Canarias). “Y en deportes de motor, la marca España tiene mucho valor”.
Él mismo fue piloto de competición, director deportivo de equipos, y siempre se ha movido en empresas del sector. “¡Mi padrino de boda fue Ángel Nieto!”, dice este barcelonés cuya edad guarda, “por coquetería”, en secreto. Empezó a ir en moto a los 14 años, con una Bultaco que le dejaba un vecino y con la que hacía trial por Collserola (entonces se podía). A los 16 años se compró una Lobito, y a los 18, una Sherpa. “Me fichó Bultaco”. Lo compaginaba con la carrera –“iba a clase con Jordi Permanyer (Montesa), los fines de semana competíamos”– , y cuando por un accidente tuvo que dejar el circuito, Bultaco le fichó como ingeniero y probador. “Fui director del equipo de enduro; después, de velocidad: ganamos cuatro mundiales con Ángel Nieto y Ricardo Tormo”. La primera gran crisis del sector estaba al acecho, y Rojo se fue a Gicasa (Gibernau y Carulla), que era la distribuidora de Cagiva, Aprilia e Italjet. Dos años después le llamaron de Derbi: para llevar competición de motocross, después el negocio de la importación de Kawasaki, y de nuevo competición de velocidad, con Nieto, Aspar y los inicios de Crivillé. Cuando la marca dejó las ca- rreras, él siguió como responsable de producto, luego director de ventas y marketing. De nuevo el sector vivía momentos complicados, y en el 2001 se fue a KTM.
KTM nació en Austria en los años cincuenta, y en los noventa, tras quebrar, fue comprada y relanzada por el actual presidente, Stefan Pierer: “Ahora somos el primer fabricante de motos de Europa”: ventas de 1.000 millones de euros y una producción de 180.000 motocicletas. De ellas, se han vendido 4.500 en España (habían caído a 2.500, aunque lejos aún de las 7.500 del 2008).
“La marca ha crecido en su especialización en el off road, y luego atacando carretera y street con aire deportivo, radical. No son motos de volumen, son de nicho”. En estos años en KTM, Rojo ha intentado, por tres veces, hacerse con Gas Gas. “Me hubiera gustado mucho: queríamos tener una segunda marca para ampliar mercado y garantizar su futuro. Pero nunca nos pusimos de acuerdo por el tema económico”. KTM tiene la licencia de la sueca Husqvarna y ha comprado varias empresas de componentes, pistones, composites... “¡Sólo nos falta software! El gran reto actual de los fabricantes es la tecnología: en las motos de ahora hay tanta electrónica que necesitas tamaño, inversión; es difícil ser fabricante independiente”. La visión estratégica del negocio es la que admira de Pierer, que le ha marcado igual que hizo Bultó “con su amor a la moto”. Unos aprendizajes que ahora Rojo intenta transmitir al sector a través de Anesdor. “Queremos aglutinar y dar valor a los asociados: no se trata de abanderarse en ser fabricante, sino que lo importante es ser todos más fuertes. En la industria de la moto ha habido siempre problema de egos”. Ya los había cuando Montesa y Bultaco, uno quería industria y el otro deporte...
Rojo ha pasado por Esade, Stanford, Eada. “Odio la rutina, pero me gusta tener un sistema: cuando he cambiado de empresa es porque sabía lo que iba a pasar el día siguiente”. Y siempre ha tenido moto: Bultaco, Kawasaki, BMW; ahora una KTM free-ride eléctrica, con la que sale los sábados a pasear –“la autonomía de las eléctricas todavía está muy lejos de lo que tiene que ser”–. Los domingos se pasa a la bicicleta: “Utilizo una Mondraker Podium, que está diseñada por mi hijo: ¡es un orgullo!”.
Rojo ve el futuro con optimismo: “El sector está tranquilo, debemos gestionar el crecimiento. Y como asociación queremos que se nos vea como un interlocutor global, para temas fiscales, de permisos, o de renovación del parque. Que nadie piense que sólo les vendemos la moto”. Lo dice en sentido literal y en el figurado.
Piloto de trial de Bultaco y director de competición con Ángel Nieto en Derbi, intentó tres veces comprar Gas Gas