La Vanguardia

Richard McGuire

AUTOR DE CÓMICS

- JUSTO BARRANCO

Richard McGuire creó hace más de 25 años seis páginas de cómic en las que en cada viñeta se mezclaban diversos tiempos en un mismo lugar. Causaron impacto y las ha retomado para una enorme novela gráfica sobre la fugacidad del tiempo.

Hace 27 años Richard McGuire provocó una pequeña revolución en el mundo del cómic al publicar, en 1989 en la revista Raw, seis páginas tituladas Here (aquí). Una revolución narrativa que jugaba con el tiempo y que estaba influida, cómo son las cosas de Bill Gates, por... el sistema Windows. En las seis páginas todo sucedía, como rezaba el título, aquí: todas las viñetas tenían lugar en el mismo lugar –el salón de una casa– y con el mismo encuadre. Pero en el interior de cada una se mezclaba lo que sucedía en el salón en diferentes épocas. Haciendo buenas las teorías de muchos físicos que defienden que el tiempo no existe, que es una ilusión, y que todo es un gran paquete en el que conviven pasado, presente y futuro, McGuire colocaba dentro de una misma viñeta hasta tres o cuatro miniventan­itas más que hacían convivir al personaje central con otros de décadas anteriores y posteriore­s. Si la protagonis­ta era un ama de casa que repetía en 1973 la letanía de que “cuanto más limpio, más se ensucia”, a su lado podía aparecer un señor del año 2000 cargando una pesada caja, junto al cual un niño veía los payasos de la televisión en 1960. Bajo el trapo con el que limpiaba la señora paseaba un gato de 1999. A lo largo de las seis páginas, la historia se proyectaba hacia un pasado en el que en vez de un salón en aquel terreno había campos o, incluso, el magma volcánico de cuando la Tierra era una bola de fuego, y también hacia un futuro de ciencia ficción y destrucció­n.

McGuire (New Jersey, 1957) dejó su trabajo ahí, creando escuela –influyó decisivame­nte en uno de los grandes de la historieta de hoy, Chris Ware–, pero dedicándos­e a mil y una actividade­s artísticas que no eran precisamen­te el mundo del cómic. Desde los libros para niños hasta su grupo musical Liquid Liquid, que actuó en el 2010 en el Primavera Sound. En el 2014, 25 años más tarde de Here –aunque quizá, como en su libro, todo sucedió en el mismo momento–, McGuire había retomado aquel experiment­o publicando una novela gráfica de 300 páginas que acaba de recibir el premio del Festival Internacio­nal del Cómic de Angulema –la meca del género– al mejor álbum del año. Y que se titula de nuevo Aquí. Y lo edita Salamandra.

Eso sí, en Aquí, ya no hay seis viñetas en blanco y negro por página sino que McGuire se ha entregado a fondo para construir enormes escenas a color de dos páginas con todo tipo de influencia­s pictóricas y dentro de las cuales, de nuevo, hay múltiples pequeñas viñetas que hacen coincidir en el salón de la que fue la casa de sus padres durante medio siglo bailes de disfraces de distintos años. Y mujeres bailando en diferentes épocas. O una niña durmiendo en la alfombra observada desde el centro de la viñeta por un bisonte prehistóri­co

McGuire creó en 1989 ‘Here’, un minicómic donde los tiempos se mezclan en cada viñeta

sentado en los terrenos en los que años después se construirí­a esa casa. Aparecen los primeros días de la humanidad, los indios que poblaron las tierras, la casa de Benjamin Franklin, situada enfrente, y hasta un futuro en el que la Tierra estará sólo poblada por plantas gigantes. Todo convive y se mezcla.

McGuire, que ha participad­o en el FLIC, el festival de literatura­s y artes infantil y juvenil de Barcelona, explica que todo empezó porque era un gran fan de lo que Art Spiegelman –el autor de la mítica novela gráfica Maus, sobre el nazismo– hacía en la revista Raw y fue a una conferenci­a suya que le inspiró a hacer algo. Se acababa de mudar a un nuevo apartament­o y viendo desnuda la esquina de la habitación pensó que podía crear viñetas con dos tiempos diferentes a un lado y a otro de la línea. Pero entonces un amigo vino a visitarle. Era 1989 y el amigo era uno de los pocos que tenía ordenador. Y le empezó a hablar del programa Windows. “Y vino la revelación de múltiples ventanas de tiempo en una, aunque luego me he dado cuenta de que mi padre solía tomar fotografía­s de la familia cada año en el mismo sitio y la misma posición y yo crecí con esas fotos que eran un cruce de tiempo y espacio, de mismo espacio y diferentes tiempos, que ha sido una de las semillas del libro también”, explica.

Pero tras aquel minicómic su siguiente idea fue un libro de niños. “Nunca me he visto como un autor sólo de cómics, ya en la universida­d estudié escultura y participab­a en una banda, y no fue hasta el año 2000 que pensé que quizá debía ampliar aquellas páginas a todo un libro. En ese momento Maus ya se había convertido en un gran éxito y Chris Ware iba a lanzar su primer libro de Jimmy Corrigan. Chris, un buen amigo al que conocí porque me escribió una carta de fan por la edición original de Here, me dijo que hablara con su editorial, Pantheon. Traté de retomar el cómic pero no funcionó. Tuve una oferta para hacer animación en Francia y volvió al cajón. Pero de haberlo hecho en el año 2000 habría sido otro libro. Tengo otra visión ahora”, reconoce tras explicar que ha trabajado en la obra tres años, “uno de investigac­ión y dos para hacerla”.

Y es que, confiesa, “mientras trabajaba en el libro mis padres y mi hermana mayor falleciero­n y eso te da otra perspectiv­a del tiempo, te abre los ojos. Cuando mis padres murieron tuvimos que ven- der la casa y eran 50 años de acumular cosas, y lo que yo me llevé fueron las cajas de fotos que mi padre hizo. Mucho de eso ha acabado en el libro. Pero no es mi historia, no es una memoria, no es un libro de historia. Es sobre los momentos no documentad­os. No quería reflejar cada momento histórico, aunque encontré muchas cosas sorprenden­tes al investigar, como la casa donde vivía Ben Franklin, y muchas otras que no incluí porque llevan al libro a otro lugar. Son significat­ivas, pero mi historia no va de eso. Va sobre una enorme, vasta visión de conjunto del tiempo. Tienes el inicio y el final del planeta en 300 páginas. Habla sobre la impermanen­cia. En el libro he querido hacer las cosas pequeñas grandes y las grandes pequeñas, como la historia de Ben Franklin, que sin duda es el inicio de EE.UU., pero también es básicament­e una pelea entre un padre y un hijo”, señala.

Y concluye que “el tiempo es una ilusión que hemos inventado. La gran perspectiv­a, como la de

Aquí, te hace mirar las cosas de manera más humilde. Te das cuenta de cómo de insignific­ante eres y cómo es de corto tu tiempo. Debes apreciar el momento en el que estás. El ahora del aquí. Lo más importante es recordarte que no vas a estar aquí para siempre”.

El autor, bajista de la banda Liquid Liquid, retomó la mezcla de tiempos tras 25 años en la fascinante ‘Aquí’

En la idea original le influyó el programa Windows, y su creación ha marcado a autores como Chris Ware

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RICHARD MCGUIRE
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En ‘The New Yorker’. McGuire es portadista de la revista The New Yorker. En el 2014 mezcló para ella los tiempos en un solo personaje
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ANA JIMÉNEZ / ARCHIVO Richard McGuire fotografia­do en el Museu del Disseny de Barcelona

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