¿O catalanistas o fachas?
Un estudio detecta que la sociedad catalana sitúa a los nacionalistas a la izquierda y a los españolistas a la derecha
Los catalanistas son de izquierdas, y los españolistas, fachas. Así serían vistos por los ciudadanos de Catalunya los diversos partidos políticos catalanes, al margen de su ideología, y así al menos se desprende de un estudio realizado por los profesores Guillem Rico, Robert Liñeira y Jordi Muñoz, titulado precisamente ¿O catalanistas o fachas? y editado por el ICPS. El estudio parte de la constatación de que en Catalunya operan dos ejes: el de izquierda a derecha (o social) y el eje nacional (o territorial). El primero responde a los grandes dilemas económicos y sociales, y el segundo, a las relaciones entre Catalunya y España. Y, en la práctica, “la posición en uno de los ejes no determina la posición en el otro”, ya que “hay partidos nacionalistas de derechas y partidos nacionalistas de izquierdas”.
Sin embargo, el estudio ha detectado la posibilidad de que “las posiciones que tome un partido en una dimensión (la identitaria) condicionen la percepción (que tienen los votantes) de las posiciones que ocupa en la otra (la ideológica)”. Y esta interdependencia se construiría sobre “la existencia de estereotipos asociados a las etiquetas que definen los ejes”. Es decir, “si, por ejemplo, los votantes asocian el españolismo con la derecha, tenderán a sesgar en esa dirección el posicionamiento de todo actor encasillado en esa categoría” identitaria, de modo que “el catalanista será percibido más a la izquierda que el españolista”.
En este sentido, el estudio ha descubierto “una clara y persistente, aunque imperfecta, relación entre los dos ejes”, que se ha acentuado en los últimos años. A partir de las encuestas postelectorales del CIS desde 1992, “un partido tiende a ubicarse más a la izquierda cuanto más nacionalista, y más a la derecha, cuanto menos nacionalista”. A esta “correlación” contribuye “la presencia de un partido en el polo catalanista (Esquerra Republicana y más recientemente la CUP), que a la vez es percibido en posi- ciones cercanas a la extrema izquierda” y, sobre todo, la “ubicación del PP como la formación más claramente españolista y, con diferencia, más a la derecha del sistema”.
La “asociación entre catalanismo e izquierda, y españolismo y derecha” se habría acentuado tras “el gradual declive de CiU como fuerza hegemónica; el consiguiente crecimiento de ERC; la erosión electoral del PSC” y “el surgimiento de C’s, Solidaritat y la CUP”. Y el estudio ha medido incluso los efectos de esa asociación sobre las percepciones de los electores. Así, “los valores indican cómo cambia la percepción de un partido en la escala izquierda-derecha por cada punto adicional en la percepción del partido en la escala de mínimo a máximo nacionalismo catalán”. Por poner un ejemplo extremo, “por cada punto más de catalanismo que se percibe en el PP, los electores tienden a percibirlo 0,13 puntos más a la izquierda”.
Y entre los efectos asociados a esa percepción aparece el hecho de que mientras “a principios de los noventa ser catalanista se asociaba con la derecha, con el paso de los años la relación se ha ido invirtiendo y hoy aparece claramente asociado con la izquierda”. Lo significativo es que “los electores tienden a ubicar a los candidatos españolistas más a la derecha que a los catalanistas, pero en cambio no perciben a los candidatos de derechas como más españolistas que a los candidatos de izquierdas”. Por ejemplo, “la gente tiende a percibir a un político españolista como más cercano a la posición de la derecha (rebajar los impuestos) que a un político catalanista” de la misma ideología.
Esa influencia “se concentra en los electores ubicados en posiciones de izquierdas y, sobre todo, en los que se definen como sólo catalanes o más catalanes que españoles”. Y ese resultado, concluye el estudio, “se produce por efecto de la proyección de estereotipos ligados a las categorías del eje nacional, de los cuales el término facha probablemente sea el mejor compendio”.
En los años noventa ser catalanista se asociaba con la derecha, hoy aparece asociado a la izquierda