Los fondos pujan por las renovables en España
Estas empresas han cerrado operaciones por 5.000 millones
Tras varios años de incertidumbre regulatoria, las empresas de renovables han vuelto a despertar el apetito de inversores internacionales. En los últimos ejercicios, los fondos extranjeros han protagonizado operaciones por más de 5.000 millones. Y habrá más. Desde hace unos meses, T-Solar, la filial de renovables de la constructora Isolux, tiene colgado el cartel de “se vende”. El proceso se encuentra ya en la fase final. Y pujan por el mayor grupo de energía fotovoltaico grupos como el fondo Cerberus, el grupo eléctrico Fortum u otros fondos especializados como Bruc Capital, creado recientemente por Juan Béjar (ex consejero delegado de FCC) y el empresario Eugenio Galdón en alianza con el multimillonario George Soros.
Precisamente, este fondo se ha creado para invertir en el negocio de las energías limpias aprovechando que algunas empresas persiguen salir del negocio o reducir su deuda. En unos meses, también, se pueden poner en el mercado algunos activos de Abengoa, que despertarán el interés tanto de inversores financieros, como de grupos industriales, léase Ferrovial, por ejemplo.
Bien es cierto que grupos constructores como ACS, Acciona o FCC y otros más pequeños han reducido su presencia en el negocio de las renovables, pero ello no quita para que se despierte el apetito inversor en algún grupo competidor. Los fondos, por su parte, tratan de ir sumando activos para lograr más sinergias y economías de escala.
Para Jaime Almenar, socio director del departamento de derecho público y sectores regulados de CMS Albiñana & Suárez de Lezo, los fondos están entrando en el sector de renovables “porque hay un exceso de liquidez en el mercado y estas instalaciones ofrecen rentabilidades recurrentes y prolongadas, reguladas, que las ha- cen atractivas, en un escenario de estabilidad”. Además, relata, “se trata de un sector que ya ha sufrido una fuerte corrección a la baja, y que ofrece, por ello, oportunidades muy interesantes”.
Las reformas de las energías limpias se llevaron a cabo en los años 2013 y 2014, pero la actual jurisprudencia del Tribunal Supremo no quita para que las nuevas retribuciones se revisen por causa de interés público. “Nadie puede confiar en que sea la última rebaja”, advierte Almenar.
Sea como sea, el interés por adquirir activos de energías limpias ha retornado.
En opinión de Joaquín Corchado, profesor del programa financiación e inversión en energías renovables de IEB, “no hay más seguridad jurídica que antaño, si se me apura hay menos, pero la curva de experiencia de las tecnologías sostenibles no han hecho más que bajar costes y ser más competitivos. De ahí, añade, que “la diferencia entre el precio subvencionado y el precio de mercado no ha hecho más que estrecharse, por lo que a pesar de la inseguridad jurídica el riesgo es menor por una cuestión cuantitativa y no cualitativa”.
Para este experto en la materia, uno de los motivos del interés despertado por los fondos en el sector de las renovables son “las buenas rentabilidades que ofrecen ante el bajo coste del dinero”. Corchado considera que existe “mucha especialización en el sector financiero de este tipo de fondos”. Y hace hincapié en que “está claro que este tipo de vehículos inversores busca cada vez proyectos menos maduros por una cuestión obvia: cada vez hay más dinero en circulación (oferta monetaria) y menos proyectos o los mismos”.
Según Álvaro Sanmartín, socio y economista jefe de MCH Investment Strategies, “las inversiones en renovables son atractivas en un entorno de tipos bajos o negativos”. Es algo que tras la cumbre del clima, subraya, “ha cogido más impulso y que debería ganar otra vez protagonismo en las políticas energéticas de los países”.
Asimismo, explica Sanmartín, “tras los disgustos pasados –cambios legislativos en renovables–, los gobiernos se preocuparán más por la seguridad jurídica” para evitar demandas y arbitrajes futuros de inversores internacionales, como ya ha sucedido.
Los expertos consideran que aún hay inseguridad jurídica, pero ofrecen rentabilidad atractiva