La Vanguardia

Un milagro tecnológic­o

La célula de superviven­cia de los monoplazas fue clave para que Alonso saliera bien librado de su accidente

- Barcelona

Las numerosas medidas de seguridad con que cuentan actualment­e los monoplazas de la fórmula 1 han permitido a Fernando Alonso salir indemne del aparatoso accidente que sufrió en el pasado gran premio, cuando su coche chocó con el Haas de Gutiérrez mientras circulaba a 310 km/h.

JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ

El hombre vivo más afortunado”. Con este titular sobre una fotografía impactante del monoplaza destrozado de Fernando Alonso abría ayer su portada el diario australian­o Herald Sun. “Creo que se refieren a mí”, escribió el asturiano en su cuenta de Instagram. “Momento de subirme al avión y descansar unos días para recuperarm­e bien. Muchas gracias a todos”, señaló el piloto. Sabía, como dijo el domingo, que había gastado una de sus vidas. Había salido bien librado de una de las colisiones más brutales de su carrera, ya que iba a 310 kilómetros por hora. La suerte y las medidas de protección de los vehículos de F-1 le salvaron de unas secuelas graves, aunque en la noche del domingo Alonso no pudo dormir nada bien. Le dolían las costillas y lucía un vendaje en una de sus rodillas. Mientras, los profanos en automovili­smo y los aficionado­s aún se preguntaba­n: “¿Cómo consiguió salir vivo?”.

Evidentes razones de destino o azar al margen, la Fórmula 1 ha trabajado duramente para intensific­ar las medidas de seguridad. Eso no impide que de tanto en tanto se produzcan desenlaces fatales, pero sí limitan las probabilid­ades. “Lo primero que hay que decir es que llevamos más de 50 años intentando que los coches de F-1 sean más seguros y, sobre todo en los últimos 25 años se ha dado un gran salto adelante en el asunto”, explica a este diario el periodista Cristóbal Rosaleny, uno de los analistas de las carreras la temporada pasada en Antena 3. “Hace mucho tiempo se produjo un cambio clave, que fue el de construir los chasis de los mono- plazas con fibra de carbono”, añade.

Ese celo por la salud de los pilotos creció todavía más tras la muerte en la pista de un mito como Ayrton Senna en 1994 en el circuito de Imola. “Se produjeron cambios sustancial­es como las proteccion­es laterales más elevadas o la adopción del HANS para evitar latigazos en las cervicales cuando se produce un accidente”, apunta Rosaleny. El HANS es un sistema de soporte de cabeza y cuello que consiste en un arnés de fibra de carbono que se asegura debajo de los cinturones del piloto y se conecta al casco por medio de correas elásticas. En caso de percance impide un estiramien­to exagerado de las vértebras.

Vicenç Aguilera, ingeniero y presidente del consorcio del circuito de Barcelona-Catalunya, detalla a La Vanguardia las razones físicas que impidieron un daño mayor para Alonso. “Desde el momento en que la rueda del monoplaza de Fernando choca con el de Esteban Gutiérrez hasta el impacto final del coche contra la barrera pasan muchas cosas, el coche da varias vueltas de campana y va perdiendo muchos elementos por el camino. Esto hace que se reduzca la energía y cuando se produce el impacto definitivo la energía ya es relativame­nte baja, lo que hace que la colisión sea menos violenta para el piloto. Esta es una clave, junto con el hecho de que el monocasco del piloto, su célula de seguridad, se mantuvo entera”. La F-1 vive un debate sobre el Halo, una especie de arco que ejerce de barrera y que pretende proteger el tren superior de los pilotos. “No dificulta la visibilida­d”, dijo Kimi Raikkonen , el finlandés de Ferrari, después de haberlo probado durante los tests de Barcelona. “Si puede salvar vidas, que se utilice”, agre- gó su compañero Sebastian Vettel.

“La única parte vulnerable que queda en el piloto es la cabeza, por eso se está probando el Halo, para impedir que un objeto contundent­e pueda impactar contra la cabeza. En este sentido, ahora es difícil que los pilotos sufran percances en brazos y piernas porque la célula de superviven­cia es súper segura”, aclara Rosaleny, que subraya también el

RAZONES FÍSICA S “El coche había perdido elementos y energía y el impacto fue menos brutal”, dice Vicenç Aguilera

EL FACTOR PRINCIPAL Ahora es difícil que los pilotos sufran daños en brazos y piernas, porque la célula es más segura

elemento suerte en el caso de Alonso: “La fortuna le ayudó porque el coche, cuando se puso boca abajo, no golpeó en el suelo”.

En 1996 y 2001 el circuito australian­o de Albert Park ya vivió dos accidentes similares y los pilotos salieron sin problemas importante­s de salud, aunque en el del 2001, con Jacques Villeneuve implicado, acabaría falleciend­o un comisario.

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INSTAGRAM Fernando Alonso sujetando la portada del Herald Sun de ayer

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