Penaltis transparentes
No existieron. El relato ya se había construido con la mano de Piqué y el penalti inexistente a Neymar. Pero pasaban dos minutos del tiempo reglamentario y Messi lanzó una falta al área, el balón rebotó en la cara de Mathieu que había sido abrazado-inmovilizado por un defensa del Villarreal. A pocos metros, otro sujetó a Busquets impidiendo que fuera a buscar el balón para rematarlo. En el minuto 35 se había producido otro penalti transparente a Messi no señalado. Nadie puso el foco ahí porque la película ya se había filmado y esas acciones iban en contra de la teoría general de que el Villarreal había sido expoliado por el Barça y el árbitro en el partido que el equipo de Luis Enrique empató el domingo a las cuatro de la tarde.
No se entendió mucho el alto nivel de crispación de la afición, jugadores, entrenador y dirigentes del Villarreal. Jaume Costa, un lateral zurdo del equipo amarillo, que no jugó por lesión, tuiteó: “Vaya vergüenza. Qué manera de cargarse la ilusión de un equipo... RFEF, hay que hacer algo ya con estas cosas”, acompañando el texto con imágenes del penalti de Asensio a Neymar. Marcelino, el técnico, dijo que el Villarreal había marcado dos goles “legales”, sugiriendo que el Barça no. Se cebó en la segunda tarjeta de Piqué, pero obvió la primera que no era y ni citó los penaltis a Messi, Mathieu y Busquets no señalados.
El entrenador dejó en el aire si el árbitro era el mejor para arbitrar un partido de esa transcendencia, como si en la Liga debiera haber colegiados para partidos grandes y pequeños, lo que sería muy peligroso. Si un árbitro de Primera no puede pitar un Villa-
Nadie puso el foco en los agarrones en el área a Mathieu y Busquets en el añadido de El Madrigal
rreal-Barça es, simplemente, que no puede estar en Primera. Francisco Roig, el presidente del Villarreal dijo que no fue penalti y que con “menos millones se puede luchar contra los que tienen muchos más”, en un discurso del mérito del modesto, también repetido por el entrenador. Sí, hay diferencia de presupuestos, es cierto, pero el del Villarreal es el séptimo presupuesto de Primera (60 millones), cinco veces más que el Sporting de Gijón que ganó al Atlético de Madrid en la misma jornada y el presidente y mecenas del equipo castellonense se gastó esta temporada 47,2 millones en fichajes. El Barça, 51.
Los penaltis son importantes o no en función del relato que cada cual quiera explicar. Los agarrones en el en el tiempo añadido son “lances del juego” que se ven “en muchas ocasiones en las áreas”. Ni Messi ni Mathieu ni Busquets protestaron. El Madrigal, en cambio fue una olla a presión. ¿Estaremos enseñando que lo que hay que hacer es intimidar con la protesta? No. No. ¿No?