“Este sector requiere una formación continua”
De todos los trabajos vinculados con el agua, tal vez el suyo es el más explícito.
Nos encargamos del trabajo de campo. Por la mañana hacemos una charla para poner en común todas las incidencias que hay pendientes, planificamos el día y cada operario arranca hacia su población. Primero nos encargamos del control analítico de la calidad del agua en todos los puntos de la red –apuntamos los parámetros–. Y luego hacemos averías, cambios de contadores, mantenimiento de reguladoras...
Usted coordina ahora un equipo de nueve personas que da servicio a cinco poblaciones.
Hago de enlace entre las oficinas y el equipo. También trabajo con los ayuntamientos, inspecciono nuevas obras... Desde la oficina, además, telecontrolamos los niveles de los depósitos y los caudales de salida. Si vemos que estos últimos están por encima de lo normal, enviamos a un operario, para buscar fugas.
¿Cómo debe ser un buen operario?
En el equipo hay gente especializada en el cambio de contadores. O en verificaciones con clientes. Otros, en averías. Pero, siempre que es necesario, hacen de todo, en función de las necesidades del momento. Se busca que sean polivalentes.
Usted comenzó haciendo de peón.
Sí, los siete primeros años en la empresa fui operario, en la zona del Maresme. El primer año estuve de peón. Después fui oficial de cuarta. Y he ido subiendo, poco a poco, aprendiendo mucho a base de hacer averías e involucrándome en el trabajo. Aquí las formaciones son muy habituales. Yo tengo una FP en comercio y marketing, pero en la empresa he participado en muchas formaciones. Por ejemplo, un curso muy extenso de tratamiento de plantas depuradoras y estaciones de tratamiento de agua potable. Este sector requiere estar siempre al día.