El cierre del aeropuerto de Zaventem afecta sobre todo al de Barcelona
En Zaventem, que hoy tiene unos 30.000 habitantes, se cuenta una leyenda urbana desde los años cuarenta: cuando el ejército alemán ocupó Bélgica, la Luftwaffe quiso construir una base aérea en las cercanías de la capital. Para ello preguntó a varias autoridades locales cuál sería el mejor sitio para construir las pistas de vuelo. A modo de silenciosa rebeldía contra los nazis, varios coincidieron en señalar esa localidad al noreste de Bruselas como lugar más idóneo, sabiendo que allí las nieblas eran –y hoy siguen siendo– muy frecuentes.
La tecnología actual, con sistemas de aproximación de alta precisión para las aeronaves o el control automatizado del rodaje de los aviones en tierra, hacen que sea infrecuente que el aeropuerto de Zaventem cierre por circunstancias meteorológicas y en los últimos tiempos el tráfico aéreo allí se ha visto más afectado a causa de huelgas o nubes de cenizas volcánicas que por condiciones meteorológicas adversas. Desgraciadamente, una nueva circunstancia indeseada se unió ayer estas afectaciones: un atentado terrorista en plena terminal, golpeó gravemente al gran hall de salidas y facturación y obligó a cancelar casi de inmediato todos los movimientos del campo de vuelo.
El aeropuerto de la capital política de Europa no es ni de lejos el de mayor movimiento de su área de influencia. Por número de pasajeros, 23,4 millones el año pasado, ocupa el 21.º lugar del continente, por detrás de los dos principales de Londres, los dos de París, el principal de Estambul, Roma Fiumicino, Zurich, Madrid, Frankfurt o Barcelona. Precisamente el aeropuerto de El Prat se ha convertido en los últimos años en el principal emisor y receptor de pasajeros en el aeropuerto de Bruselas, con más de 860.000 personas solamente en el 2015.
Por eso, Barcelona fue ayer uno de los principales aeropuertos afectados por el inevitable cierre de Za- ventem tras el atentado, pues las aerolíneas Brussels Airlines, Ryanair y Vueling operan, dependiendo del día, entre 16 y 18 enlaces entre ambas ciudades, contando idas y regresos. Además de para las tres aerolíneas mencionadas, que ya arrastraban la resaca de la huelga de los controladores aéreos france-
Tres compañías aéreas realizan entre 16 y 18 vuelos diarios entre El Prat y Bruselas
ses de los últimos días, este atentado ha supuesto un enorme quebradero de cabeza para los programadores de las 65 compañías de pasaje y 15 de carga que operan regularmente allí y, por supuesto, un gran trastorno para los miles de viajeros que no han sufrido directamente las explosiones pero sí sus consecuencias, que están siendo aliviadas en lo posible por los transportistas.
Como media, unos 64.000 pasajeros utilizan diariamente la terminal y 655 aeronaves despegan y aterrizan en las pistas de Zaventem. De momento, hasta hoy a mediodía no hay previsión de que los responsables del aeropuerto vuelvan a ponerlo en marcha.