La Vanguardia

Entre la isla de Innisfree y Bizancio

-

El deber de gratitud que los lectores de poesía tenemos con los buenos traductore­s es enorme. Conozcamos mejor o peor la lengua de partida, el beneficio de una traducción fetén resulta siempre perdurable. Ya no se trata del acierto de traducir cottage como masía o del de hacer equivaler el metal original del que están hechos los hombres a nuestra más genuina madera. Una traducción rigurosa hace que no se pierda el tono augusto del verso primigenio: “Solo un corazón dolorido / concibe una inmutable obra de arte”.

Josep M. Jaumà es un excelente traductor de poesía. Lo conocí veinticinc­o años atrás, gracias a sus versiones de Robert Graves, D’amor. Trenta poemes. De ese libro, recuerdo la comparació­n entre la forma de unos árboles retorcidos por el viento y la del ánimo de dos amantes, decantado por el viento del dolor. Trece años más tarde, nos dio Gebre i sol, una antología personal de la obra de Robert Frost, y todavía hoy asocio el nombre del traductor catalán a ese muchacho que, en su granja –“trabajando como un hombre, aunque con corazón de niño”–, perdía una mano (y, tras ella, la vida) por una distracció­n con la motosierra...

Pues bien, como –según Keats– una cosa hermosa es un goce perdurable, Jaumà acaba de regalarnos una “inmutable obra de arte”: Irlanda indòmita, de W.B. Yeats, selección de 150 poemas –para conmemorar los 150 años del nacimiento del gran poeta irlandés–, en versión bilingüe y con un valioso aparato de notas final. Publica la obra Edicions de 1984 (¡muchas gracias, señor Cots, por su magnífica labor editorial!).

El libro traslada muy bien el prodigio lírico de Yeats, a menudo reflejo de su convulsa vida. Sus lecturas de Ronsard, el recurso a los mitos irlandeses para tratar de comprender el alma compleja de su pueblo. “Pongo mi corazón en mis versos”, afirma en un poema. Y lo pone “latiendo y echando espuma”, al decir de otro. Aquí asevera que “la belleza viviente es para los jóvenes”, y más allá evoca cuánto rimó “sobre el monstruoso hecho del amor”.

Cuando sea un viejo pensionist­a como el de su poema, estudiaré las profundas afinidades entre Yeats y Carner, el mayor poeta catalán de todos los tiempos. O entre el irlandés y Vinyoli (cuyo poema de la castanyada con un muerto recuerda Noche de Todos los Santos de Yeats).

Lean este libro: no desatienda­n la verdad ni la belleza.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain