El chófer de Freginals empeora en la UCI
El hombre, de 62 años, a quien se le imputan trece homicidios imprudentes, sufrió un choque séptico la noche del lunes
El estado de salud del conductor del autocar siniestrado en Freginals empeora. El chófer ingresó en la UCI del hospital Verge de la Cinta de Tortosa dieciséis horas después del accidente, a raíz de una contusión en el pulmón que se ha ido complicando hasta el punto de que anteanoche sufrió un choque séptico. Pese a que el autocar volcó sobre el lado izquierdo e impactó contra la barrera de hierro de la mediana de la AP-7, el conductor, de 62 años, pudo salir por su propio pie del vehículo. Iba magullado, pero ileso, como 15 pasajeros más, todos universitarios. Otros 48 resultaron heridos de distinta gravedad y trece chicas de entre 19 y 25 años fallecieron en el acto.
Los trabajos de identificación de las víctimas están siendo laboriosos, pero el trabajo sin pausa del equipo forense y judicial permitió que ayer cuatro de los cuerpos (tres estudiantes italianas y una de Uzbekistán) pudieran ser ya repatriados. Doce de las trece familias han llegado a Tortosa para tratar de identificar a alguna de las víctimas o para aportar objetos personales de las fallecidas, como un cepillo o una radiografía dental o huellas dactilares, para poder cotejar el ADN o realizar la identificación científica.
Los forenses están pendientes de recibir sólo una muestra de una de las fallecidas, de nacionalidad alemana, y están en contacto con el consulado de aquel país para conseguirla. La juez imputa al conductor trece delitos de homicidio imprudente y lesiones. En la causa ya se han personado dos familias de las víctimas y la Universitat de Barcelona, donde estudiaban los 60 pasajeros. Las investigaciones sobre el terreno realizadas por los Mossos apuntan a que fue un error humano –quizás un despiste o somnolencia– lo que provocó el accidente. Después del tremendo choque (minutos antes de las seis de la madrugada de domingo) los Mossos trasladaron al conductor a la comisaria de Tortosa, completamente aturdido y abatido. Allí su abogado le recomendó que no declarara. La juez le citó a las diez de la mañana del lunes en los juzgados de Amposta, pero ya no pudo acudir. Por la noche, ingresó en el hospital Verge de la Cinta por una contusión en el pulmón que se ha complicado durante las últimas horas. El hombre ha pasado de estar grave a crítico. “Ha sufrido un choque séptico”, explicó ayer el conseller de Salud, Toni Comín.
“Es normal que hasta al cabo de algunas horas no aparecieran los síntomas de gravedad”, insistió Comín, quien dijo que el conductor “fue teniendo reconocimientos médicos sucesivos y asistencia psicológica a lo largo de toda la jornada. Aparte de la asistencia médica in situ, el chófer fue reconocido por cuatro profesionales durante el día”. El conseller detalló el lunes que se le hizo seguimiento durante todo el día de su evolución psicológica. Cuando, agregó, “fue trasladado a la Mútua, sobre las diez de la noche, se le hizo una radiografía y en ese momento se decidió que ingresara en el hospital
La juez autorizó ayer la repatriación de cuatro de las 13 fallecidas, tres de Italia y una de Uzbekistán
Verge de la Cinta”. Al empeoramiento del conductor hay que añadir el de otro pasajero que también ha pasado de grave a crítico. Por el contrario, y afortunadamente, la ingresada que presentaba peor pronóstico está evolucionando favorablemente. Comín explicó ayer que siguen hospitalizadas 23 personas (incluidos los dos críticos) y entre ellos hay tres heridos graves y 18 en estado menos grave. Se espera que una decena de pasajeros puedan ser dados de alta en las próximas horas. Catorce de los heridos están en hospitales del área próxima al accidente y nueve en la zona de Barcelona.