“El valenciano, para el PP, fue un problema”
Vicent Marzà, con seller de Educación y Cultura valenciano
La cultura en Valencia, como ha ocurrido en otras geografías con lengua propia, es en ocasiones materia de conflicto. Tras veinte años de gobierno del PP, el cambio político ha generado un cambio de modelo, que afecta también a la educación. Vicent Marzà, de Compromís, ha dado un giro radical a las prioridades, con los márgenes que obliga la Lomce. Con un claro objetivo: recuperar la dignidad del valenciano, en todos los ámbitos.
El profesor Manuel Alcaraz, en su libro De l’èxit a la crisi, explica que el modelo educativo y cultural del PP tenía tres características: potenciar la cultura espectáculo, favorecer a la industria privada y folklorizar el valenciano. ¿Coincide? Es un buen diagnóstico y lo comparto, aunque creo que se dejó la dejadez en la gestión. Eso es lo que se ve, pero más allá de esos aspectos ideológicos, había una parte que no nos la imaginábamos mucha gente: no estaban gestionando ni a favor de sus fundamentos ideológicos.
Alcaraz decía que el PP quería una cultura del espectáculo, también una cultura elitista. No había inversión de cultura más próxima al pueblo. Es el caso del Palau de les Arts, la ópera valenciana. ¿Esto cambiará? La voluntad de cambio es total respecto a ese modelo. Hemos abierto las puertas de Les Arts, se hacen más actividades que nunca y de todo tipo, no solo para una cierta élite. Hemos bajado los precios de acceso y muchas de las sesiones están llenas de gente que es la primera vez que va a una Ópera. Vamos a recuperar la red teatral y fomentar las producciones propias en valenciano en Teatre Principal y en el Teatre Rialto. Se trata, al fin, de recuperar la cultura popular y ponerla a disposición de todos.
¿Cómo cree que ha tratado el PP al valenciano?
Los gobiernos del PP lo han tratado como un problema, como un inconveniente, cuando es una oportunidad. Han trabajado para evitar que el valenciano estuviera en la escuela: muchas veces había demanda, pero no se daba más oferta. Se buscaba reducir y pro- blematizar una cuestión como la lengua, que debe hacer sentirnos orgullosos y aprovechar la ventaja que nos da para aprender otras.
¿Qué piensa de lo que hizo el PP en las Islas Baleares con la lengua? Una barbaridad que también querían hacer aquí. Ya le hubiera gustado al PP de aquí tirarlo adelante. Lo intentaron pero hubo muchas movilizaciones en el País Valencià y en las Islas e incluso gente del propio PP. Si por ellos fuera, seguirían apretando hasta intentar acabar con el valenciano.
¿Cuál es el modelo lingüístico que le gustaría ver?
Hemos pedido a un grupo de expertos de las diferentes universidades valencianas que nos hagan una propuesta de modelo. De ahí partiremos para comenzar el de- bate con el conjunto de la comunidad educativa. Los niños valencianos deben dominar las dos lenguas oficiales, más una lengua extranjera y acabar su escolaridad con nociones de una cuarta.
¿Qué opina sobre la Llei d’Ús i Ensenyament del Valencià (LUEV): es suficiente hoy por hoy o está amortizada ? Creo que la Llei d’Ús, después de 33 años, no se ha desarrollado y no ha dado el máximo que debería. Muchas de sus partes no se han cumplido. Debemos ir más allá: para ello, tenemos que utilizar la lengua de forma desacomplejada en todos los ámbitos y dejarnos de polémicas pasadas.
¿Cómo valora que una institución tan secesionista como la RACV haya aceptado establecer conversaciones con la AVL?
Me parece muy positivo para pasar página del pasado, es buen momento para construir conjuntamente. Nosotros tenemos claro que la AVL es la que marca la normativa. A partir de ahí, no somos nosotros los que debemos debatir sobre normativa lingüística.
Da la sensación de que hay una cierta distensión del conflicto lingüístico: la gente joven no lo ve como un problema; ha habido una eclosión de grupos de música en valenciano; el propio auge de Compromís lo explica... ¿Cree que la sociedad valenciana comienza a asumir con normalidad este debate? Totalmente. La sociedad valenciana ha madurado, y más que los portavoces de algún partido político. También hemos visto que problematizar sobre la lengua no nos lleva a ningún sitio: lo importante es utilizarlo, tener claro lo que nos une y trabajar conjuntamente. Hay que ver cómo fomentar el uso del valenciano entre las administraciones y hacia afuera.
Estos años ha sido muy conflictiva la relación institucional entre el País Valencià, Catalunya e Illes Balears. ¿Cómo será a partir de ahora?
Tendría que ser una relación normal, igual que la tenemos con otros territorios, y sobre todo en clave de igualdad, de conseller a conseller, con la misma capacidad de decisión y de planteamiento de dudas y cuestiones. Ya lo hacemos. Lo anormal y artifical era lo anterior: no tiene senti- do no tener relaciones con un conseller del territorio de al lado con quien compartes tantas cosas. Somos los primeros que hemos firmado un convenio con Aragón para que los niños aragoneses puedan estudiar Bachillerato en Vilafranca. Es evidente que era a otros a los que les gustaba crear fronteras.
¿Cómo entiende el futuro del IVAM? Es una de las principales actuaciones en materia de cultura. Por un lado, que sea un organismo autónomo, pero fiscalizado. Que no se den las condiciones para que se vuelva a repetir lo que ha pasado en estos últimos años. Se ha degradado no solo la institución, sino la visión hacia el arte de mucha gente por culpa de las personas que lo han gestionado de esa manera. Queremos fomentarlo para que vuelva a ser un centro de referencia mundial.