Ruido de dioses al chocar
Batman v Superman: el amanecer de la justicia Director: Zack Snyder Intérpretes: Henry Cavill, Ben Affleck, Amy Adams, Jeremy Irons, Jesse Eisenberg Producción: EE.UU., 2016. 153 m. Batman v Superman: dawn of justice. superaventuras
Batman y Superman, juntos. Qué digo, juntos, ¡enfrentados! Demoliendo edificios con sus puños, enzarzados en una batalla desesperada. ¡A golpes! ¡A hostias! Un enfrentamiento postergado en la gran pantalla que en el mundo del cómic ya se ha repetido en varias ocasiones, y que, como un clásico Barça Real Madrid, tenía que llegar...
Y ha llegado. Ruidoso y destructor como podría ser Gozilla contra King Kong, e igual de sofisticado. O sea, muy poco o nada.Y sin embargo... el filme funciona.
Snyder no busca –ni tiene– el estilo de Tim Burton al aproximarse a Batman, ni tampoco el afán de hurgar en la naturaleza del mal que tenía Nolan al afrontar la figura –la leyenda– del caballero oscuro. Pero posee otra virtud: el sentido de la desmesura. El énfasis, la grandilocuencia que tan bien le sienta a una historia que empieza confusa y va tomando pulso. Esa misma grandilocuencia que ya estaba presente en películas anteriores suyas como 300 o los mismos Watchmen. El matiz no es lo suyo. Lo suyo es la épica que echa chispas. La oscuridad de Batman contra la luz redentora, casi mística, de Superman.
La empresa no era ajena a varios desafíos. El primero: Ben Affleck. Su elección parecía el primer error del proyecto. Y sin embargo Affleck resulta todo un acierto.
Su Batman es roqueño e inocente, superficial como el filme. Sin matices. Así consigue que, de la superficialidad ruidosa, surja una clara determinación: el resultado de la tenacidad más allá de la inteligencia. Y luego el villano, Lex Luthor en manos de Jesse Eisenberg. Desangelado y juguetón. Otro acierto.
La peripecia invita a varias interpretaciones. La primera, Superman es el extranjero –el salvador– que suscita desconfianza. El dios. Batman somos todos, asustados. Y Luthor es quien maneja los hilos del destino. O eso parece. Segunda: la busca del padre perdido. La figura paterna ausente para el triangulo protagonista. Tercera interpretación: no hay. ¿Para qué? Ruido y furia y dioses frente a frente. Y esa Wonder woman que se cuela para la siguiente entrega, ya verán.