Oda a la portería
Tenía 12 años cuando te di la espalda. Renegué de mi pasado para asegurar tu futuro. Una decisión de corazón. Una decisión de instinto. El mismo día que dejé de mirarte a la cara, sin embargo empecé a amarte. A protegerte. A ser tu primer y último instrumento de defensa”.
Así empieza la oda a la portería que ha escrito el guardameta italiano Gianluigi Buffon (38 años), que el domingo batió el récord de minutos sin recibir un gol en la liga italiana y lo elevó a los 973. Una marca que engrandece todavía más su leyenda como gran portero transalpino y mundial.
“Tenía 12 años cuando le di la espalda a la portería.
Y continuaré haciéndolo. Mientras las piernas, la cabeza y el corazón aguanten”.
Y así termina el escrito emocionado de Buffon. No reúne la calidad literaria de la oda que le escribió Rafael Alberti al portero húngaro del Barça Franz Platko en 1928 pe- ro sí rezuma el sentimiento de un Buffon que hasta los 12 años era delantero y se pasó al otro lado, al de intentar que el balón no llegue a las mallas. En el USD Canaletto Sepor y en el Perticata, los primeros equipos amateurs en los que estuvo, le pusieron de delantero centro al entender que debido a su gran estatura era el sitio que mejor se adaptaba a él y como atacante llegó también al Parma. Entonces su ídolo era Lothar Matthäus, que no era ni delantero ni alto.
Pero como ariete no jugaba mucho y se lesionaron los dos porteros de su equipo. El entrenador de las categorías inferiores del Parma miró al banquillo y escogió a Buffon como portero de emergencia también por su envergadura (ahora mide 1,91 metros). Y ahí se quedó para siempre. Se convirtió en el guardameta titular y a los 17 años debutaba en la Serie A. Ya había cambiado de referente para entonces. De Matthäus pasó a idolatrar a Tommy N’Kono, que había encandilado a los italianos en el Mundial de 1990. Cuando sus paradas comenzaron a aparecer en televisión ya hacía tiempo que le llamaban Gigi. Mucha gente piensa que este apelativo radica en su nombre, pero no. Tiene su origen en un personaje de dibujos animados, el Topo Gigio. Le llamaban así desde pequeño por culpa del tamaño de sus orejas.
Es el italiano un tipo imponente, de planta, y muy serio. Un deportista de los que deja huella en el campo y cuando habla. Un líder que infunde respeto cuando escuchas su mensaje en directo y un jefe de tropa capaz de sacudir el vestuario cuando las cosas van mal, como le ocurrió al principio de esta
UNA CASUALIDAD DECISIVA El portero italiano comenzó como delantero centro y terminó con el dorsal 1 por accidente
Gianluigi Buffon, que el domingo batió el récord de imbatibilidad en Italia, escribe sobre su relación con la portería UN GUARDA META AGRADECIDO Buffon también dedicó una frase a cada uno de sus compañeros para ensalzar su trabajo
temporada al Juventus, su equipo desde hace 15 años. Si algo le caracteriza es la profesionalidad y si la fiebre se lo permite, Buffon se enfrentará mañana a España en el amistoso que debe medir a ambas selecciones en Udine.
El sempiterno portero seguro que habría cambiado su récord de minutos sin encajar en Italia por haber eliminado al Bayern en la Champions, pero se ha levantado rápido para intentar guiar al Juventus hacia un nuevo título de liga, este curso en dura competencia con el Nápoles. Nada que ver Buffon con el anterior portero que tenía el récord en Italia: el guardameta del Milan en la temporada 1993-1994, Sebastiano Rossi, considerado casi el jugador menos relevante entre los titulares de aquel equipo tan bien pertrechado que entrenaba Fabio Capello. En cambio, Gigi es mucho más que un portero para el Juventus, donde los aficionados le adoran. Entre otras razones porque cuando el conjunto juventino fue descendido a segunda división, Buffon no se marchó y prefirió pelear el ascenso bianconero. El domingo los seguidores celebraron tanto la victoria en el derbi frente al Torino (1-4) como la marca de Buffon, que fue batido de penalti tras más de diez partidos y medio de liga sin encajar (desde el 10 de enero). Belotti fue el encargado de superarle desde los once metros.
Sabedor de que un portero necesita de un equipo poderoso para dejar su arco a cero, Gigi hasta se atrevió a escribir un uno por uno de sus compañeros en su cuenta de Facebook. Por ejemplo de Pogba dice “no es que viva el fútbol, es que lo inventa”. Sobre Barzagli afirma que “hay que clonarlo”. De Morata señala que “siempre se le necesita”. Y a la perla Dybala le brinda el siguiente comentario: “Después de Thuram, Zidane y Pirlo él lleva el dorsal 21. Por algún motivo será”. Buffon tiene mucha literatura.