Tom Rob Smith
ESCRITOR
El inglés (36) publica La granja, inquietante thriller psicológico en el que un hombre recibe una llamada de su madre en la que le asegura que su marido quiere matarla. Lo increíble es que se basa en algo que le sucedió al autor.
Aestas alturas, ya no impresiona demasiado que un autor haya vendido cuatro millones de ejemplares, tampoco que los departamentos de promoción editorial o sus colegas de oficio –como John Boyne, el de El niño del pijama de rayas– vuelquen sobre él toda clase de epítetos elogiosos ni siquiera que Hollywood haya comprado los derechos cinematográficos de sus obras. Sin embargo, la capacidad de atar al lector a la silla y de hacerle comprender el significado de la expresión inglesa page-turner hace que Tom Rob Smith (Londres, 1979) y su novela La granja ( Salamandra) tengan posibilidades reales de convertirse en un fenómeno también en nuestro mercado.
El protagonista de La granja es Daniel, un paisajista freelance que vive en Londres con su pareja, Mark, un profesional al que le van muy bien las cosas mientras que a Dan solo le salen esporádicos traba- jillos mal pagados. A pesar de los años que lleva junto a su novio, jamás se ha atrevido a confesar a sus padres su homosexualidad. Esos padres que, tras jubilarse felizmente, se han ido a vivir a una granja en un remoto pueblecito sueco, hasta que un día... Dan recibe una llamada.
“Es Chris, su padre –cuenta Smith, en una animada cafetería del barrio londinense de Fitzrovia– que le informa de que han ingresado a su madre en un manicomio porque se ha vuelto loca. Luego, recibe una segunda llamada: esta vez es su madre, que le explica que es víctima de un feroz acoso por parte de su padre, que la ha internado en un psiquiátrico, del que ha salido tras los exámenes médicos. Quiere explicarle un turbio complot donde se mezclan intereses económicos y asesinatos. ¿A quién creer?”.
Lo más sorprendente es que se trata exactamente de algo que le sucedió... ¡al propio autor! “Hace unos cinco o seis años mis padres se fueron a vivir a Suecia, de donde ella procede, y un día me llamó papá para decirme que la habían internado en un hospital tras un brote psicótico. Sufrí un shock. Mientras me dirigía a Heathrow para irla a ver, recibí una llamada de mi madre: ‘Tu padre está mintiendo, a mí no me pasa nada, está metido en una conspiración criminal, acabo de llegar a Londres, tienes que esconderme de él y protegerme’. La llevé a casa y escuché su historia, un contundente monólogo de cuatro horas que tenía una enorme coherencia interna y en el que yo no podía casi introducir elementos que dieran pie a una conversación. Yo no tenía ninguna experiencia en trastornos mentales, creía que todo era como en las nove- las o películas, que la vería y enseguida sabría si estaba loca o no. Pero me enfrenté a una brillante contadora de historias. Aclaro que lo que sucede en la novela es todo ficción, solamente es real ese arranque. Y solo pude escribirla una vez mi madre se puso bien, tras el tratamiento. Pero sí hay algo en el personaje de su hipnótica manera de hablar”.
A lo largo de casi todo el libro, angustia no saber cuál de los dos tiene razón, si papá o mamá. “Aunque ella sufriera un trastorno mental no estaría mintiendo, creería lo que dice, y eso es lo que hace que todo sea tan difícil de descifrar. Habla de un modo extremadamente honesto”.
Dan es alguien “que no ha crecido, a pesar de ser veinteañero, ha pasado de la protección de los padres a la de su novio, mayor que él, que es la pareja que espera, siempre disponible”. Obra de secretos familiares, Smith aclara que “él siente que también tiene sus zonas oscuras. ¿Quién guarda un secreto mejor que un gay que aún no ha salido del armario? Yo mismo escondí esa condición durante años”, dice el autor, cuya pareja es un conocido
“Me sucedió a mí: mi madre me llamó para decirme que mi padre conspiraba para matarla” “De niño, pasaba los veranos en Suecia, mamá me leía cuentos de trolls y quería transmitir ese mundo”
productor de la BBC.
Smith, además de guionista de series y cine, es autor de una trilogía protagonizada por un espía de la URSS, Leo Demidov, compuesta por El niño 44, El discurso secreto y la no traducida Agent 6. Ahora, en La granja cambia de registro con una historia más doméstica y una trama que se despliega como contenida en matrioskas.
Es también “una novela sobre el poder, simbolizado en el personaje del patriarca local” y que se concreta, por ejemplo, en el sometimiento que padecen varios personajes femeninos, o los vecinos del lugar. La trama y una ambientación boscosa y gélida –“quería que se sintiera el paisaje”– hacen pensar en Larsson y otros autores escandinavos. De niño, Smith pasó “muchos veranos en el sur de Suecia, hablo el idioma y mamá me leía cuentos de trolls por la noche, como al protagonista. Era tan buena contando historias... Mi novela va de eso, es una reflexión sobre cómo contamos las cosas”.