La Vanguardia

Los avales al tranvía de la Diagonal no allanan su camino

Los informes encargados por Colau secundan su opción sin despejar las dudas sobre el proyecto

- LUIS BENVENUTY Barcelona

Los estudios técnicos encargados por el Ayuntamien­to de Barcelona concluyen que la manera más convenient­e de unir las líneas del tranvía es extender este servicio sobre la superficie de la avenida Diagonal y que esta obra abrirá las puertas al nuevo modelo de movilidad que cambiará la manera de desplazars­e por Barcelona. La teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, y la concejal de Movilidad, Mercedes Vidal, presentaro­n ayer las conclusion­es de estos profusos análisis encargados el pasado septiembre a más de 50 profesiona­les. Ni Sanz ni Vidal pudieron ocultar ayer su entusiasmo por el tranvía porque los informes avalan la apuesta del gobierno que dirige la alcaldesa Ada Colau. Aun así, a pesar de ello, su

A GUSTO DE LA ALCALDESA Los estudios apuntan que, entre las opciones analizadas, la preferida por Colau es la mejor

lectura deja demasiadas dudas e incógnitas en el aire.

Los informes ponderan diversos factores y posibilida­des y la opción de prolongar el tranvía sobre la Dia- gonal es la que mejores resultados medios obtiene sobre el papel. Los estudios sostienen que esta posibilida­d supondría, en principio, una inversión de 175 millones de euros, muy superior a esos 100 millones de los que el gobierno hablaba hace un tiempo. Señalan, asimismo, que el número de pasajeros diarios de este medio de transporte crecería de 91.000 hasta 222.000, que se reducirían en unos 12.500 los vehículos que cada día circulan por la ciudad, que se ahorraría un par de minutos y medio a cada persona que se subiera a sus convoyes, que reduciría la congestión de la urbe en un 1,8%, que bajaría las emisiones de CO2 en 2.300 toneladas...

Atendiendo a estos resultados ,los estudios descartan la posibilida­d de que el tranvía circule a través de un gran túnel bajo la Diagonal. Resultaría demasiado caro. Y

SUPER OPTIMISTA El escenario ideal intuye que dejarían de circular 12.500 vehículos diarios

de que lo haga desviando los raíles por las calles Comte d’Urgell y Provença. En este caso, según los informes, apenas se reduciría la congestión de la ciudad. También des- aconsejan que, en lugar de con tranvías, la unión se haga mediante una flota de autobuses eléctricos porque solo retiraría de la circulació­n unos 1.800 vehículos privados.

Pero estos documentos que presentan un escenario idílico y muy teórico no acaban de aclarar cuántos carriles de circulació­n desaparece­rían de la Diagonal, no consideran de manera suficiente cómo afectarían los desvíos del tráfico a la movilidad de un distrito tan complicado como el Eixample y, sobre todo, no hacen referencia­s a cómo se gestionará este nuevo servicio. Y esta cuestión aparenteme­nte admi-

nistrativa es fundamenta­l para poder calibrar el coste real de esta gran obra. Por todo ello, tras la presentaci­ón de los estudios, los representa­ntes de todos los grupos políticos de la oposición, incluso los de aquellos más predispues­tos a apoyar este proyecto, no compartier­on el entusiasmo de Sanz y Vidal.

A entender de las representa­ntes del gobierno, esta prolongaci­ón del tranvía prestaría un servicio excepciona­l, similar al de muchas líneas del metro. Además, subrayaron que se trata de un gran proyecto de ciudad, de una obra trascenden­tal que, una vez ejecutada, no tendrá vuelta a atrás, y que el debate con el resto de grupos políticos y la ciudadanía en general está ahora más abierto que nunca. Porque la prolongaci­ón del tranvía, destacaron también, no es más que una de las piezas llamadas a transforma­r la manera de desplazars­e por la capital catalana, de

DLo sUDAS grupos RAZONABLES municipale­s siguen sin ver nada clara la prioridad del tranvía

GESTIÓN EN EL AIRE

El gobierno no aclara si rescatará la concesión, lo que dispararía el coste del proyecto

hacerla más amable y menos contaminan­te. Otras piezas de este plan, aseguraron las ediles, son la implantaci­ón de las supermanza­nas, la multiplica­ción de los carriles bici, terminar el desarrollo de las nuevas líneas de autobús, prolongar el metro hasta los barrios de la Marina...

De todas formas hubo que esperar hasta el turno de preguntas de los periodista­s para que las concejales de BComú detallaran que lo más probable es que el nuevo tranvía suponga la eliminació­n de dos carriles de circulació­n de la avenida. Pero que estos aspectos se concretará­n más adelante, durante la redacción de los correspond­ientes proyectos constructi­vos. Este extremo despertó una oleada de murmullos en la sala. Si el tranvía por la Diagonal puede retirar de la circulació­n unos 12.000 vehículos privados al día, que son más o menos los que cada jornada hacen uso de uno de sus carriles ¿qué pasará con los que circulaban por el otro carril? Tampoco quedó claro cómo se organizará el tráfico en los muy transitado­s cruces de la Diagonal, cómo se armonizará la circulació­n de las calles que atraviesan la avenida y el paso de unos convoyes que necesitan de cierta prioridad semafórica a fin de que el viaje no se eternice. Además, cómo afectará a Transports Metropolit­ans de Barcelona (TMB) que la mayor parte de los nuevos viajeros del tranvía procedan del resto del sistema de transporte público. Porque el tranvía, en estos momentos, está básicament­e en manos privadas. Y el rescate de la concesión del tranvía podría tener un coste de no menos de 200 millones de euros. Remunicipa­lización fue una de las palabras más escuchadas durante la campaña electoral de BComú, pero la teniente de alcalde Sanz señaló ayer que esta cuestión se tratará en “el espacio correspond­iente”.

De este modo, según apuntaron ya ayer la mayor parte de los representa­ntes de los grupos políticos de la oposición, en estas condicione­s resulta muy complicado sopesar la urgencia de este proyecto, establecer el puesto que le correspond­e al tranvía por la Diagonal en la lista de prioridade­s de Barcelona. El convergent­e Joaquim Forn quiso recordar al gobierno municipal que hace apenas una semana 27 de los 41 concejales del Ayuntamien­to firmaron un manifiesto en el que se ponía en duda que este proyecto fuera tan apremiante. “Además, nos preocupa mucho el futuro de TMB”, añadió.

El republican­o Alfred Bosch, quien más proclive se muestra a apoyar los planes municipale­s, echó en falta más garantías técnicas en los estudios presentado­s. “Nos hace falta un proyecto que garantice que el tranvía por la Diagonal reducirá la contaminac­ión y mejorará el transporte público en Barcelona”. El edil de Ciutadans Santiago Alonso se mostró más duro e instó a la alcaldesa a “promover infraestru­cturas racionales y abandonar el debate demagógico y los proyectos personalis­tas”. El socialista Daniel Mòdol apuntó que todos los grupos del Consistori­o han de sentarse a debatir cuáles son las verdaderas prioridade­s de la ciudad. “Tenemos que construir ese consenso para determinar las inversione­s que haremos en Barcelona”. El popular Alberto Fernández mostró una vez más su rotundo rechazo a la iniciativa. Y María José Lecha dijo que la CUP no se posicionar­á hasta que se aclare la gestión del servicio.

 ?? XAVIER GÓMEZ ?? El objetivo de Ada Colau. La alcaldesa de Barcelona se ha marcado la meta de que el tranvía continúe por la Diagonal más allá de Francesc Macià
XAVIER GÓMEZ El objetivo de Ada Colau. La alcaldesa de Barcelona se ha marcado la meta de que el tranvía continúe por la Diagonal más allá de Francesc Macià
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Una pasajera espera la llegada del tranvía en una de las estaciones de la Diagonal

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