Los avales al tranvía de la Diagonal no allanan su camino
Los informes encargados por Colau secundan su opción sin despejar las dudas sobre el proyecto
Los estudios técnicos encargados por el Ayuntamiento de Barcelona concluyen que la manera más conveniente de unir las líneas del tranvía es extender este servicio sobre la superficie de la avenida Diagonal y que esta obra abrirá las puertas al nuevo modelo de movilidad que cambiará la manera de desplazarse por Barcelona. La teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, y la concejal de Movilidad, Mercedes Vidal, presentaron ayer las conclusiones de estos profusos análisis encargados el pasado septiembre a más de 50 profesionales. Ni Sanz ni Vidal pudieron ocultar ayer su entusiasmo por el tranvía porque los informes avalan la apuesta del gobierno que dirige la alcaldesa Ada Colau. Aun así, a pesar de ello, su
A GUSTO DE LA ALCALDESA Los estudios apuntan que, entre las opciones analizadas, la preferida por Colau es la mejor
lectura deja demasiadas dudas e incógnitas en el aire.
Los informes ponderan diversos factores y posibilidades y la opción de prolongar el tranvía sobre la Dia- gonal es la que mejores resultados medios obtiene sobre el papel. Los estudios sostienen que esta posibilidad supondría, en principio, una inversión de 175 millones de euros, muy superior a esos 100 millones de los que el gobierno hablaba hace un tiempo. Señalan, asimismo, que el número de pasajeros diarios de este medio de transporte crecería de 91.000 hasta 222.000, que se reducirían en unos 12.500 los vehículos que cada día circulan por la ciudad, que se ahorraría un par de minutos y medio a cada persona que se subiera a sus convoyes, que reduciría la congestión de la urbe en un 1,8%, que bajaría las emisiones de CO2 en 2.300 toneladas...
Atendiendo a estos resultados ,los estudios descartan la posibilidad de que el tranvía circule a través de un gran túnel bajo la Diagonal. Resultaría demasiado caro. Y
SUPER OPTIMISTA El escenario ideal intuye que dejarían de circular 12.500 vehículos diarios
de que lo haga desviando los raíles por las calles Comte d’Urgell y Provença. En este caso, según los informes, apenas se reduciría la congestión de la ciudad. También des- aconsejan que, en lugar de con tranvías, la unión se haga mediante una flota de autobuses eléctricos porque solo retiraría de la circulación unos 1.800 vehículos privados.
Pero estos documentos que presentan un escenario idílico y muy teórico no acaban de aclarar cuántos carriles de circulación desaparecerían de la Diagonal, no consideran de manera suficiente cómo afectarían los desvíos del tráfico a la movilidad de un distrito tan complicado como el Eixample y, sobre todo, no hacen referencias a cómo se gestionará este nuevo servicio. Y esta cuestión aparentemente admi-
nistrativa es fundamental para poder calibrar el coste real de esta gran obra. Por todo ello, tras la presentación de los estudios, los representantes de todos los grupos políticos de la oposición, incluso los de aquellos más predispuestos a apoyar este proyecto, no compartieron el entusiasmo de Sanz y Vidal.
A entender de las representantes del gobierno, esta prolongación del tranvía prestaría un servicio excepcional, similar al de muchas líneas del metro. Además, subrayaron que se trata de un gran proyecto de ciudad, de una obra trascendental que, una vez ejecutada, no tendrá vuelta a atrás, y que el debate con el resto de grupos políticos y la ciudadanía en general está ahora más abierto que nunca. Porque la prolongación del tranvía, destacaron también, no es más que una de las piezas llamadas a transformar la manera de desplazarse por la capital catalana, de
DLo sUDAS grupos RAZONABLES municipales siguen sin ver nada clara la prioridad del tranvía
GESTIÓN EN EL AIRE
El gobierno no aclara si rescatará la concesión, lo que dispararía el coste del proyecto
hacerla más amable y menos contaminante. Otras piezas de este plan, aseguraron las ediles, son la implantación de las supermanzanas, la multiplicación de los carriles bici, terminar el desarrollo de las nuevas líneas de autobús, prolongar el metro hasta los barrios de la Marina...
De todas formas hubo que esperar hasta el turno de preguntas de los periodistas para que las concejales de BComú detallaran que lo más probable es que el nuevo tranvía suponga la eliminación de dos carriles de circulación de la avenida. Pero que estos aspectos se concretarán más adelante, durante la redacción de los correspondientes proyectos constructivos. Este extremo despertó una oleada de murmullos en la sala. Si el tranvía por la Diagonal puede retirar de la circulación unos 12.000 vehículos privados al día, que son más o menos los que cada jornada hacen uso de uno de sus carriles ¿qué pasará con los que circulaban por el otro carril? Tampoco quedó claro cómo se organizará el tráfico en los muy transitados cruces de la Diagonal, cómo se armonizará la circulación de las calles que atraviesan la avenida y el paso de unos convoyes que necesitan de cierta prioridad semafórica a fin de que el viaje no se eternice. Además, cómo afectará a Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) que la mayor parte de los nuevos viajeros del tranvía procedan del resto del sistema de transporte público. Porque el tranvía, en estos momentos, está básicamente en manos privadas. Y el rescate de la concesión del tranvía podría tener un coste de no menos de 200 millones de euros. Remunicipalización fue una de las palabras más escuchadas durante la campaña electoral de BComú, pero la teniente de alcalde Sanz señaló ayer que esta cuestión se tratará en “el espacio correspondiente”.
De este modo, según apuntaron ya ayer la mayor parte de los representantes de los grupos políticos de la oposición, en estas condiciones resulta muy complicado sopesar la urgencia de este proyecto, establecer el puesto que le corresponde al tranvía por la Diagonal en la lista de prioridades de Barcelona. El convergente Joaquim Forn quiso recordar al gobierno municipal que hace apenas una semana 27 de los 41 concejales del Ayuntamiento firmaron un manifiesto en el que se ponía en duda que este proyecto fuera tan apremiante. “Además, nos preocupa mucho el futuro de TMB”, añadió.
El republicano Alfred Bosch, quien más proclive se muestra a apoyar los planes municipales, echó en falta más garantías técnicas en los estudios presentados. “Nos hace falta un proyecto que garantice que el tranvía por la Diagonal reducirá la contaminación y mejorará el transporte público en Barcelona”. El edil de Ciutadans Santiago Alonso se mostró más duro e instó a la alcaldesa a “promover infraestructuras racionales y abandonar el debate demagógico y los proyectos personalistas”. El socialista Daniel Mòdol apuntó que todos los grupos del Consistorio han de sentarse a debatir cuáles son las verdaderas prioridades de la ciudad. “Tenemos que construir ese consenso para determinar las inversiones que haremos en Barcelona”. El popular Alberto Fernández mostró una vez más su rotundo rechazo a la iniciativa. Y María José Lecha dijo que la CUP no se posicionará hasta que se aclare la gestión del servicio.