Una estampida de manteros en el metro acaba con cuatro heridos
Los vendedores del ‘top manta’ se enfrentaron a los agentes de la Guardia Urbana y huyeron hacia la estación de Drassanes
Los vendedores ambulantes se enfrentaron ayer nuevamente a los agentes de la Guardia Urbana en la Rambla de Barcelona , huyeron en estampida hacia la estación de metro de Drassanes y se llevaron por delante a dos usuarias que estaban en las escaleras y que sufrieron heridas leves. En el incidente también quedaron lesionados un policía y un mantero, todos de poca consideración.
La Guardia Urbana activó el dispositivo Victor Alfa (iniciales de venta ambulante) al detectar que numerosos vendedores ilegales estaban apostados al final de la Rambla. Tras requerirles la documentación, como viene siendo habitual, los manteros montaron en cólera, discutieron con los agentes y emprendieron una huida corriendo hacia el acceso de metro más cercano a modo de refugio, en este caso el de Drassanes. Los manteros son conscientes de que la Guardia Urbana prefiere no seguirles para evitar lo que finalmente sucedió, que durante la estampida atropellaron a dos transeúntes que cayeron rodando por las escaleras. Dos mujeres, de 32 y 25 años, sufrieron múltiples contusiones y un mantero también resultó herido con una lesión en el pie. Sin embargo, en este caso, también un agente de la Guardia Urbana cayó por las escaleras y quedó herido. Fuentes policiales explican que los agentes nunca persiguen a los manteros cuando se adentran en el metro para evitar que se lleven por delante a los viajeros. “Este es ahora el principal interrogante, saber si el agente cayó mientras perseguía a los vendedores o si lo tiraron”, cuenta una fuente del Ayuntamiento.
La Guardia Urbana ha abierto una investigación para aclarar los hechos. Para ello, revisará las imágenes de las cámaras de seguridad de la estación del metro y tomará declaración a los testimonios que hayan presenciado el incidente.
Los manteros hace semanas que desafían a la Guardia Urbana convocando manifestaciones en las que protestan por la presión policial pero aprovechan para desplegar la manta y vender el género.