Carisma y equilibrio

Melody Gardot Lugar y fecha: L’Auditori (21/III/2016). Festival del Mil·lenni

Melody Gardot debía actuar el pasado junio en Barcelona, pero un problema de salud se lo impidió. El desquite se sustanció el lunes por la noche, aunque estuvimos en un tris de no poder verla de nuevo, esta vez a causa de la huelga de controladores aéreos franceses. A última hora, los astros se alinearon correctamente, y el Festival del Mil·lenni albergó la presentación del cuarto álbum de la compositora y cantante estadounidense, Currency of man.

Ante una espléndida entrada, y acompañada por seis músicos, Gardot culminó la noche con un vitaminado bis escorado por funk, con la gente bailando en las butacas. Episodio festero, precedido por otros nueve temas, la mayoría de ellos pertenecientes a su último trabajo. Entre el material interpretado en L’Auditori, donde miró a menudo hacia el blues, puntuó alto con piezas de Currency of man como Bad news (de doliente y serpenteante elegancia), Morning sun (tema que creció sutilmente, con recovecos que invocaban a la cantautoría americana de los setenta) y, sobre todo, vía March for Mingus, una deslumbrante elaboración compuesta a mayor gloria de Charles Mingus y otros dioses como Ornette Coleman y Charlie Haden. Fuera de su último álbum, nos regaló la bohemia manouche de Les étoiles, y un magnífico rescate de la balada Baby I’m a fool.

La artista (voz, guitarras, piano) trazó un discurso musical impecable, acompañado de una actitud escénica de lo más carismática. Se requieren grandes dosis de talento para dar con el equilibrio que marca su propuesta, que incluso en los episodios más asequibles –que los hubo– no cayó nunca en lo obvio. Un gran trabajo, se mire desde donde se mire.