La Vanguardia

Abengoa logra el apoyo del 60% de los acreedores y evitará el concurso

La compañía lleva el lunes al juez el acuerdo de refinancia­ción pactado con la banca

- LALO AGUSTINA Barcelona

Abengoa ya lo toca con la punta de los dedos. Tras casi cuatro meses durísimos de negociacio­nes, numerosos impagos, varias inyeccione­s de liquidez, tensiones de todo tipo y centenares de reuniones la compañía andaluza cuenta con el apoyo mínimo de sus acreedores financiero­s para aprobar el plan de reestructu­ración de su deuda y evitar así el que hubiera sido el mayor concurso de acreedores de la historia de España. “Tenemos ya firmado o comprometi­do a bancos y tenedores de bonos por más del 60% de la deuda, que es el quórum imprescind­ible para acabar con esta pesadilla en unos días, refrendar lo pactado y ganar tiempo para llegar al 75% y lograr la homologaci­ón judicial”, comentaron ayer fuentes próximas de la empresa de renovables.

El próximo lunes se cumplen para Abengoa los cuatro meses que otorga la ley a las empresas que presentan preconcurs­o de acreedores para pactar un plan de pagos o entrar en concurso. En realidad, la compañía no hará ni una cosa ni la otra, sino que adu- cirá ante el juez que ha desapareci­do la causa de la insolvenci­a que le obligó a buscar el amparo judicial en noviembre.

Esto es posible por dos motivos. En primer lugar, porque Abengoa tiene dinero en caja para atender a sus pagos más urgentes gracias a la nueva línea de li- quidez de 137 millones de euros lograda de sus bonistas esta misma semana. Podrá pagar las nóminas y los gastos corrientes de sus proveedore­s. En segundo término, todo apunta a que no habrá nuevas tensiones con la banca y los bonistas porque una amplia mayoría de ellos ya ha dado el visto bueno al plan de viabilidad.

Con el apoyo de más del 60% del pasivo financiero, la compañía ganará una prórroga – standstill, en la jerga– para elevar las adhesiones hasta el 75% de la deuda en un par de meses. Llegar a este porcentaje es fundamenta­l, ya que permitiría la homologaci­ón judicial del acuerdo de refinancia­ción y el arrastre de todos los acreedores financiero­s, que deberán asumir entonces las mismas condicione­s pactadas por la mayoría.

Pero esta fase aún no se ha activado. Ahora, en los últimos días antes del domingo, la actividad de la compañía y sus asesores es frenética para lograr el mayor número posible de adhesiones. No se trata de llegar al mínimo sino de transmitir un mensaje de confianza al mercado. Desde la semana pasada, las entidades financiera­s y los bonistas –que ayer mismo aún celebraban reuniones para cerrar flecos– están pasando a firmar por una notaría de Madrid o envían cartas certificad­as para adherirse. Las citadas fuentes próximas a la empresa aseguraron ayer que hay confianza total en pasar holgadamen­te del 60% de apoyo. Fuentes bancarias corroborar­on ayer esta informació­n, aunque llamaron a la prudencia: “No es que no nos fiemos, pero en estas cosas es mejor no vender la piel del oso antes de tiempo para evitar sustos”.

El auditor de Abengoa, Deloitte, hará el recuento oficial el

mismo domingo por la tarde y el lunes está previsto que la empresa acuda al juzgado de Sevilla a presentar toda la documentac­ión que permitirá dar por superado el preconcurs­o.

La Abengoa que saldrá de este proceso cuando se ejecute el plan de viabilidad aprobado no tendrá nada que ver desde el punto de vista de su balance y en otros muchos aspectos con la que se derrumbó a finales de noviembre. No estará ya Felipe Benjumea, su anterior presidente y factótum, defenestra­do por la banca y con una querella que sigue su curso –fianza de 15 millones incluida y pasaporte retirado por medio– en la Audiencia Nacional. La compañía será a partir de ahora de sus antiguos acreedores financiero­s, que capitaliza­rán el 70% de su deuda a cambio del 35% del grupo; de los prestatari­os que inyecten 1.500 millones de capital en esta fase (55%); de los que se conviertan en avalistas de otros 800 millones de deuda (5%) y de los actuales accionista­s (5%). Con este proceso, la deuda financiera corporativ­a bajará a poco más de 2.300 millones y Abengoa confía en ser rentable y recuperar parte de su esplendor pasado.

CONFIANZA TOTAL La empresa asegura que entre lo firmado y lo comprometi­do hay quórum suficiente

LA CUENTA ATRÁS El domingo acaba el plazo para adherirse y Deloitte realizará el recuento esa noche

 ?? MARCELO DEL POZO / REUTERS ?? Abengoa espera dejar atrás buena parte de sus problemas la próxima semana
MARCELO DEL POZO / REUTERS Abengoa espera dejar atrás buena parte de sus problemas la próxima semana

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