La Vanguardia

“Indulten al amigo que mató a mi hijo”

Unos padres piden que no se encarcele al hombre que conducía el coche en el que murió su descendien­te

- ADOLFO S. RUIZ

No entienden que David, el amigo de toda la vida de su hijo José, tenga que cumplir dos años y medio de prisión por el accidente. Y se han movilizado para impedirlo. La familia de Águeda Sacristán, una mujer de El Barco de Ávila, coincide en que no van a ganar nada con el ingreso en la cárcel del joven que conducía el vehículo en el que murió su hijo José a los 33 años. “Su peor condena es la visión de José casi muerto en el coche, y esa imagen no le va a abandonar el resto de su vida”, razonan.

La familia de José está recogiendo firmas en la plataforma

“No creemos que la cárcel le haga mejor persona, mejore nuestra situación o alivie nuestro dolor”

colaborati­va por internet Change.org para que el Gobierno conceda el indulto a David. “Nuestro hijo no va a volver y David tiene que mantener una familia. ¿Para qué lo van a separar de su mujer y de sus dos hijos, David, de siete años y Lucía, de cinco. No ganamos nada con su ingreso en la cárcel”, argumenta Águeda Sacristán, que es quien firma la petición.“Pido el indulto para el amigo que mató a mi hijo”, se titula la emotiva carta de esta madre que sabe que la entrada en prisión de David no sólo no aliviará su pena, sino que también aumentará su pesar por la familia de este.

David y José eran íntimos desde los quince años. Compañeros de travesuras, de juegos de naipes y, ya en la madurez, de fiestas por los pueblos. Hasta que en una de ellas llegó la tragedia. Los dos y un tercer amigo, Juan Carlos, salieron un sábado de El Barco de Ávila con destino a Plasencia. Consumiero­n alcohol. Cerca de las tres de la madrugada, cuando José iba dormido en el asiento posterior, David perdió el control del Range Rover y José fue el más afectado, ya que el coche chocó lateralmen­te contra un muro. El conductor y otro pasajero, Juan Carlos, salieron ilesos.

Era un sábado de octubre del 2011, en plena fiestas de la feria de El Barco. David dio positivo en el control de alcoholemi­a. Dos años después se celebró el juicio en Plasencia y David fue condenado a dos años y medio por homicidio imprudente. Un año después la Audiencia Provincial de Cáceres confirmó la sentencia.

“Pedimos el indulto para David porque no creemos que la cárcel le vaya a hacer mejor persona, vaya a mejorar nuestra situación o aliviar nuestro dolor. Al contrario, lo va a empeorar porque David necesita seguir trabajando para sacar adelante a su familia. Un servicio a la comunidad, por ejemplo en temas de seguridad vial, sí que contribuir­ía a mejorar la sociedad, a nuestra comarca y a él mismo”, asegura Gema García Sacristán, hermana de José.

Otro de los hijos de la familia, Mario, se suma a la petición de indulto, así como Juan Carlos, el tercer pasajero del vehículo el día del accidente. La familia García Sacristán cuenta con informes favorables de los alcaldes de El Barco y La Aldehuela, donde vive David, así como del fiscal jefe provincial de Cáceres y del juez de lo penal de Plasencia que le condenó. Además ha sido recibida por el presidente de la Diputación de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera.

Desde el accidente, la vida no ha sido igual para los García Sacristán. Águeda admite que la pérdida inesperada de un hijo es lo más duro que le puede pasar a una madre. Pero insiste en el indulto a David. “Durante los diez días que José pasó en la UCI, luchando por su vida, David no se separó del centro hospitalar­io. Desde entonces, no es el mismo. Siempre triste y cabizbajo. Nunca olvidaremo­s a José, pero ya no va a volver. Que David tenga que ir ahora a la cárcel no es justo”.

 ?? RAÚL SANCHIDRIÁ­N / EFE ?? José García y Águeda Sacristán, padres de José, junto a David y a Jesús Manuel Sánchez Cabrera
RAÚL SANCHIDRIÁ­N / EFE José García y Águeda Sacristán, padres de José, junto a David y a Jesús Manuel Sánchez Cabrera

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