Toma la foto y corre
Nuevas técnicas permiten elegir el punto de enfoque después de disparar
Cuando llegó el cine, hubo quien pronosticó que la fotografía había muerto, pero tales visionarios pasaron a mejor vida bastante antes que el arte fotográfico. La técnica de la captura de la imagen evolucionó con los años en infinidad de aspectos: el color, los tipos de película, las cámaras, el paso de los formatos analógicos a los digitales, la eclosión de los móviles y el uso de las redes sociales, son algunos de los cambios que ha registrado una fotografía en constante evolución. Uno de los últimos saltos evolutivos procede del vídeo. Se trata del enfoque posterior a la toma de la fotografía. Las llamadas cámaras plenópticas se apoyan en el vídeo de resolución 4K y permiten escoger cualquier punto de enfoque después de haber tomado la imagen.
Desde el año pasado, la compañía Panasonic ha incorporado una técnica llamada postfocus a una de sus cámaras de objetivos intercambiables, la Lumix GX8. Esta temporada, ese enfoque a la carta llega también a las cámaras compactas, como la TZ100.
Aquellos que no dominan las técnicas de enfoque (pese a que el enfoque automático suele resolver con eficacia la mayoría de las situaciones) verán como una bendición la tecnología de Panasonic, parecida a la que anunció hace tres años la start-up americana Lytro. El sistema de la compañía japonesa está vinculado al vídeo 4K. Al hacer una fotografía con posibilidad de post enfoque, en realidad se graba una secuencia a 30 fotogramas por segundo en la que se enfocan 49 zonas diferentes de la imagen.
Después, cuando se visualiza la fotografía, basta con tocar sobre el objeto que queremos enfocar para que aparezca perfectamente definido. Como por arte de magia. De esta forma, es difícil (no imposible) sacar fotografías desenfocadas. Como sabe cualquier iniciado en fotografía, cuanto más larga sea la focal empleada, mejor se percibirá la diferencia entre los objetos enfocados o no y el sistema no puede sustraerse a los requerimientos que definen la profundidad de campo.
Como parece evidente, el enfoque posterior a la toma de la imagen está pensado no tanto para usuarios con habilidades fotográficas como para aquellos que pre- fieren apuntar y disparar. ¿A quién le preocupa enfocar a partir de ese momento?
Es una automatización más de las muchas que se han incorporado a la fotografía a lo largo de los años. La comodidad para el usuario aficionado puede ser mayor, aunque tener que dedicarse a buscar un enfoque adecuado también puede llegar a ser una tarea indeseable para algunos usuarios. También los fotógrafos con solvencia técnica pueden encontrar utilidad a este sistema que permite volver atrás y descubrir qué pasaría si se juega con el enfoque de una forma que no se pensó en el momento de captar la instantánea.
Existen otros intentos de utilizar técnicas para lograr un enfoque a la carta. Sony tiene patenta- do un sistema que permitiría utilizar una técnica post enfoque sin que la imagen perdiera necesariamente definición.
Las imágenes post enfoque de Panasonic se ven limitadas a una resolución de 8 megapíxeles, sin utilizar toda la capacidad de definición del sensor fotográfico. Tenerlo todo, enfoque a la carta y resolución no es todavía posible.
Hace unos años, Adobe, la compañía de Photoshop, anunció también una combinación de hardware y software que consistía en la utilización de un filtro de microlentes entre el sensor fotográfico y la óptica que hacía que se pudiera distinguir la incidencia de cada rayo de luz, de forma que esa información podía procesarse posteriormente para la elección del enfoque y de la profundidad de campo.
La tecnología digital seguirá dando frutos en este campo. Cámaras como las del iPhone, la del nuevo Samsung Galaxy S7 y algunas Canon enfocan a partir de los píxeles, los diminutos puntos que componen su sensor. La tecnología de esta última está pensada para grabar imágenes de vídeo de aficionado con un resultado de experto, ya que el enfoque se mantiene en todo momento.
Una alternativa práctica al postenfoque es tomar varias imágenes desde un mismo punto y enfocar a diferentes puntos de forma manual en cada una de esas instantáneas. Para ello hay que tener alguna noción de fotografía y, sobre todo, utilizar un trípode que garantice que las diferentes imágenes tienen el mismo punto de vista exacto. Como las condiciones de luz pueden variar con facilidad, es vital que todo el proceso se lleve a cabo con rapidez. En las imágenes que permiten el postenfoque tampoco estaría de más la utilización de un trípode, ya que en realidad cada uno de los puntos de enfoque es una imagen distinta y, en movimiento, la imagen puede cambiar. Además de los trípodes, en los últimos años ha acudido en auxilio de los aficionados a la fotografía la tecnología de estabilización de imagen. Se pueden encontrar de muchos tipos, tanto en las lentes como en el sensor de la cámara.
Sony y Olympus ya han utilizado estabilizadores ópticos de cinco ejes en sus cámaras, lo que evita que, en casos moderados, las fotografías puedan salir movidas pese a utilizar tiempos de exposiciones demasiado largos para ser tomados sin trípodes.
Las tecnologías para decidir el enfoque después de tomar la instantánea pueden resolver muchos problemas y abrir nuevas vías de expresión fotográfica, aunque siempre quedarán amantes de la fotografía que preferirán que la técnica no llegue tan lejos, que todo sea más imperfecto.
Las tecnologías se apoyan en el vídeo 4K para obtener una imagen
La fotografía tiende a incorporar nuevos procesos de mayor automatización
Al ofrecer varias opciones sobre una imagen, hay que usar mucha información