La Casa Bloc acogerá a unos 90 refugiados
La mayoría de los beneficiarios serán ucranianos y, en menor medida, eritreos, afganos, iraquíes y sirios
La Casa Bloc del barcelonés barrio de Sant Andreu se convertirá en unos pocos días, en unas cuantas semanas, en el hogar de unos 90 refugiados. Hombres solos que llevan mucho tiempo corriendo sin mirar atrás, familias enteras que un mal día lo abandonaron todo... Lo más probable es que la mayor parte de estas personas proceda de Ucrania y, en menor medida, de Eritrea, Irak, Afganistán, quizás Siria... Son asuntos muy delicados que la administraciones procuran tratar con mucha discreción.
Muchas de estas personas sufrieron torturas y persecuciones. Tienen el miedo y la desconfianza instalados en el cuerpo. No les hace ninguna gracia que les fotografíen. Que su imagen y nuevo paradero puedan correr alegremente por internet. Lo explicaron ayer representantes de Accem, CEAR-CCAR y la Creu Roja, de las tres entidades que llevan a cabo este programa de acogida estatal y la gestión de este inmueble acondicionado y cedido por la Generalitat. El Ayuntamiento, por su parte, facilitará a los refugiados los servicios municipales.
No, todo apunta que los nuevos inquilinos de estas dependencias no llegarán a estas latitudes después de haberse jugado la vida entre las islas griegas y la costa turca. Muchos de los nuevos inquilinos de la Casa Bloc aterrizaron en el aeropuerto de El Prat. Entonces pidieron asilo. Su estancia en Sant Andreu durará entre seis y nueve meses. Se trata de la segunda fase de un programa de acogida que no dura más de dos años. La idea es prestarles atención psicológica, orientación laboral, un lugar decente donde empezar a reconstruir sus vidas... Todo depende de cada caso. Muchos refugiados, aparte de smartphones, tienen envidiables currículos.
En realidad, tal y como explicaron los técnicos, la mayor parte de estas personas no querían marcharse de sus casas. Les obligaron. En este mundo abundan las injusticias. Están por todas partes. Eternizándose en la historia, retorciéndose al margen de los caprichos de la atención mediática y la opinión pública. Ayer, los periodistas no tuvieron más remedio que apretujarse en el recibidor de la Casa Bloc, en el espacio donde se celebró la informativa rueda de prensa. Vinieron tantos profesionales que no cabían en el lugar. Un técnico de la Cruz Roja dijo que daba gusto trabajar así, que estaba encantando con tanta expectación, que hace apenas un par de años no habría venido tanta gente.
La Generalitat acondiciona y cede estos pisos que hasta hace poco acogían a viudas del ejército