Efectos y profundidad
Jove Orquestra Nacional de Catalunya
Director concertino: Gordan Nikolic Lugar y fecha: L’Auditori (22/III/2016) Es un termómetro a veces sorprendente de nuestra actualidad musical, con miras al futuro –si sabemos de su administración correcta–, escuchar los conciertos de la Jove Orquestra Nacional de Catalunya; son pocos al año, resultado de breves temporadas de trabajo con directores y profesores de valía. Y ya llevamos muchas buenas sorpresas; recuerdo un Sueño de una noche de verano de Mendelssohn de singular tratamiento escénico, por ejemplo, que podría hacer temporada.
En esta ocasión se invitó al grupo bandArt que dirige el violinista Gordan Nikolic para trabajar con los jóvenes músicos de Cata- lunya la suite de Pulcinella, de Igor Stravinsky, y la Sinfonía nº 3 de Beethoven; dos estéticas, dos estilos, dos formas de entender la música que son en sí mismas referentes en la historia. El objetivo según los profesores invitados era “arribar a fer música d’una manera diferent”, ya que Nikolic estimula la informalidad y la movilidad en escena, a la vez que la vitalidad de la interpretación.
Y en esta sesión sorprendió, sí, la buena calidad de nuestros jóvenes músicos; ya los había escuchado en la prueba final del Maria Canals y se daban el lujo de cambiar de solistas en los vientos en cada versión de Rajmáninov, y ahora llamaron la atención trom- pa, oboe especialmente, y flauta, en el Beethoven. Siempre bien flanqueados y apoyados por profesores de valía como la flautista Júlia Gallego entre otros.
Lo que no fue convincente en mi opinión fue el criterio con que Nikolic enfocó, desde su puesto de concertino director, la interpretación del Pulcinella, una obra en la que hace falta un director que imprima carácter, que dé mayor seguridad al conjunto, y que vele por la limpieza del discurso, además de por la vitalidad de la interpretación y sus matices, en este caso sin carácter.
Esto también forma parte del aprendizaje. Y especialmente en la Sinfonía Heroica, comenzada con un brío inusitado; los dos primeros acordes encierran las notas que se desplegarán de forma temática a continuación, y hacerlos a ese tempo rápido y tan abruptos, quitan proyección armónica. La Marcha fúnebre adquirió carácter, aunque se generó algún desajuste precisamente porque ya son obras escritas para director, aunque poco a poco fue ganando en expresividad y tensiones.
Como dije, flauta, oboe y trompa muy buenos solistas; la cuerda estimulada por Gordan Nikolic mostró fuerza y pocos matices. Yo creo que es mejor apostar por la profundidad que por el efectismo.
JORGE DE PERSIA