La Vanguardia

Comienza la devolución masiva de refugiados a Turquía

La Unión Europea empieza a expulsar a Turquía a los refugiados en Grecia

- RICARDO GINÉS Dikili Correspons­al

La Unión Europa expulsó ayer a 202 refugiados, personas que habían huido de sus países en busca de un refugio seguro y que ahora vuelven atrás. Lo hizo de madruga, mucho antes de la hora prevista, desde las islas griegas de Lesbos y Quíos hacia el puerto turco de Dikili, donde la población local los recibió con hostilidad. Dos barcos sacaron de Lesbos a 136 refugiados y uno más, desde Quíos, a otros 66. Lo temprano de la hora evitó los incidentes a pesar de que la tensión había subido mucho en los últimos días. Mientras tanto, las pateras seguían saliendo de las playas turcas. Los guardacost­as griegos intercepta­ron a dos botes con más de 50 personas a bordo.

Ewa Moncure, portavoz de Frontex, la agencia europea que se encarga de esta primera deportació­n masiva, explicó que “se trata mayoritari­amente de hombres de Pakistán y Bangladesh”, que no habían pedido asilo. La policía turca indicó que también habían afga- nos, iraquíes y sirios, además de varios africanos. Un fotógrafo de AFP vio a once mujeres.

Varios activistas, en su mayoría voluntario­s que llevan meses trabajando con los refugiados, los despidiero­n de Grecia con pancartas muy críticas con la UE. No se creen la versión oficial de que los deportados han vuelto voluntaria­mente. Sostienen que si no han pedido asilo es porque no se les ha informado adecuadame­nte de sus derechos.

Moncure no sabe cuándo habrá más deportacio­nes. Casi todos los refugiados en Grecia –unos 52.000– han pedido asilo y cada caso debe revisarse de manera individual, lo que llevará su tiempo.

La ONU ha criticado el acuerdo que entre Turquía y la UE para resolver la crisis de los refugiados. Considera que viola el derecho internacio­nal porque ninguna persona puede ser obligada a volver a una zona de guerra.

Las autoridade­s turcas retrasaron el desembarco de los refugiados en Dikili hasta que no se colocó una lona que los protegía de los fotógrafos y los vecinos. El personal de Frontex llevaba guantes y mascarilla­s. Cada refugiado desembarcó escoltado por un policía. Una tanqueta de agua a presión vigilaba la operación.

Los refugiados subieron a unos autobuses que, escoltados por la policía, los llevaron a Kirklari, en Tracia. Los que puedan acreditar que ya se habían registrado en Turquía serán enviados al lugar donde lograron los papeles. Los que no, irán a parar a los campos que hay junto a la frontera siria.

Los habitantes de Dikili, una población que vive del turismo y la pesca, se han pronunciad­o claramente en contra de los refugiados. Desplegaro­n una pancarta que la gendarmerí­a retiró.

El alcalde, Mustafá Tosun, declaró a La Vanguardia que el pueblo no reúne las condicione­s para alojar a los refugiados. “No podemos proporcion­arles lo que realmente necesitan –dijo–. No disponemos de la capacidad necesaria. Si vienen más, perderemos mucha calidad de vida”.

La seguridad está en boca de todos. Ayer, precisamen­te, la policía avisaba a las 81 provincias turcas de la identidad de siete posibles nuevos suicidas que andan sueltos.

Los vecinos recogían firmas contra el proyecto de levantar un campo de acogida cerca de Dikili. Han conseguido más de 4.000 desde el sábado cuando lanzaron

MÁS DEDOS CIENTOS DEVUELTO S Frontex saca a 136 refugiados de Lesbos y 66 de Quios y los envía a Turquía

ANTES DE HORA La deportació­n se hizo casi de madrugada para evitar incidentes en un ambiente tenso

la iniciativa con apoyo de varias plataforma­s civiles y partidos políticos.

En todo caso, hablando con los lugareños, queda pronto muy claro que no rechazan a los desplaza- dos por el chovinismo de querer mantener su “paraíso no descubiert­o” a salvo de la amenaza que representa­n los recién llegados. Los miedos más bien son de orden práctico.

“Yo solía trabajar en la estación de autobuses y allí vi en qué situa- ción llegaban los refugiados. Cómo los niños enfermaban, no tenían resguardo para la lluvia, la suciedad, etcétera. Me entristecí­a verlos tan mal”, dice una mujer de 38 años que trabaja fletando autobuses sobre todo para turistas. “Los recientes atentados terrorista­s –añadió– nos perjudican y hemos perdido muchos turistas. Creemos que con la llegada de refugiados esta situación todavía empeorar más”.

En el centro de Dikili, cerca de los restaurant­es de pescado que dan al mar, hay una estatua de Bülent Ecevit, histórico líder de la socialdemo­cracia turca. Al lado luce un grafiti en recuerdo del día Internacio­nal de la Paz y muy cerca se halla un parque infantil con el nombre de Baris Manco, una leyenda del Anadolu Rock, un estilo musical propio de Turquía que mezcla el rock lisérgico con el folclore anatolio. Más allá se abre una playa de arena con cierto tono gris.

Los pensionist­as andan por todas partes y, en buena tradición mediterrán­ea, dejan pasar las horas al sol o la sombra. Todo transcurre a un ritmo muy lejano al caos de Estambul.

Cenk, un treintañer­o que trabaja con turistas, contempla desde un banco este quehacer lento y coti- diano. “Lo que estamos pasando en los últimos meses –también con los refugiados, pero sobre todo con los atentados– confunde a la gente, que teme al caos que podría generarse si todo sigue en la misma dirección y empeora la seguridad”.

Dikili está formado por calles estivales, apacibles, luminosas. Es la calma, el viento suave, las palmeras y el mar, que funde de azul su eterna procesión. Hay ciertas cosas que resisten frente a la celeridad de los tiempos que nos dominan. Y sin embargo, el diario local 9 Eylül (9 de Septiembre), avisa en referencia a la tragedia de refugiados: “Nuevo telón en el drama”.

 ?? MILOS BICANSKI / GETTY ?? Un refugiado, escoltado por un policía de Frontex, subiendo en Lesbos al barco que ayer, a primera hora de la mañana, lo devolvió a Turquía
MILOS BICANSKI / GETTY Un refugiado, escoltado por un policía de Frontex, subiendo en Lesbos al barco que ayer, a primera hora de la mañana, lo devolvió a Turquía
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain