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Las derivadas de la filtración de los papeles de Panamá, y las dramáticas listas de espera en la sanidad catalana, consecuencia de años y años de recortes en la salud pública.
LOS papeles de Panamá constituyen probablemente el golpe más duro contra los paraísos fiscales que se ha producido hasta la fecha. La filtración de la copiosa información del bufete de abogados panameño Mossack Fonseca, especializado en evasión fiscal, ha puesto de manifiesto la existencia de sociedades pantalla y operaciones fraudulentas vinculadas a más de 140 personalidades de primer nivel mundial, desde políticos hasta deportistas, con la implicación de unos quinientos bancos.
El escándalo es de una magnitud sideral. Las revelaciones obtenidas ponen de manifiesto una enorme red internacional de evasión fiscal que implica a doce jefes de Estado, 128 políticos de primera fila, deportistas de élite y otras celebridades. Figuran, entre otros, nombres del entorno del presidente ruso Vladímir Putin, del chino Xi Jinping, del sirio Bashar el Asad, del mexicano Enrique Peña Nieto, del argentino Mauricio Macri, del ya fallecido Hugo Chávez, del ucraniano Petró Poroshenko, así como del primer ministro británico, David Cameron, y del de Islandia, del rey de Arabia Saudí y varios emires del golfo Pérsico, además de varios dirigentes políticos africanos, al igual que deportistas de élite como Leo Messi o el expresidente de la UEFA, Michel Platini, y varias celebridades. En el caso de España destacan el cineasta Pedro Almodóvar y Pilar de Borbón, la hermana del rey Juan Carlos.
Los papeles de Panamá, en suma, confirman una vez más hasta qué punto está extendida en el mundo la evasión fiscal teniendo en cuenta que dicha información sólo se ha obtenido de un único bufete de abogados. La onda expansiva de esta filtración no ha hecho más que empezar. No sólo porque todavía puede salir mucha más información, sino también porque la que se ha hecho pública hasta ahora puede tener consecuencias políticas en los países afectados, al margen de las investigaciones fiscales que se lleven a cabo a partir de ahora.
A la vista de las importantes personalidades políticas implicadas en los papeles de Panamá se comprenden mejor las dificultades de los organismos internacionales para acabar con los paraísos fiscales en el mundo, que hasta ahora ha sido una lucha perdida. Como consuelo, sin embargo, cabe pensar que la aparición de los papeles de Panamá puede suponer un importante paso en la lucha contra la evasión fiscal porque, por encima de los procesos políticos y judiciales que se puedan poner en marcha, revela que ya ningún lugar es seguro para ocultar el dinero que se defrauda.
No se ha hecho público cómo los papeles de Panamá, que suman 11,5 millones de documentos, llegaron al diario alemán Süddeutsche Zeitung, pero sí se sabe el encomiable trabajo que durante un año ha hecho el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, formado por 370 periodistas de setenta países, para analizar y hacer pública dicha información. El trabajo de esta organización no gubernamental, que ha destapado otras importantes redes de evasión fiscal internacional en los últimos años, demuestra que esta lacra se puede combatir pese a la resistencia que muestran las élites políticas.
En cualquier caso, es evidente que se hace obligado incrementar la coordinación internacional contra la evasión fiscal y el blanqueo de dinero. En este sentido, numerosas oenegés y expertos internacionales solicitan desde hace tiempo la prohibición de las sociedades pantalla anónimas ( offshore) en las que se esconde el lado oscuro del sistema financiero mundial.