Resistir es vencer
Es hincha y entrenador. Apela a la cabeza tanto como al corazón. No para de animar pero también manda. Quiere garra sin olvidarse de la técnica. Siempre está con el temperamento a flor de piel aunque tiene la táctica a punto. Es difícil saber donde empieza el ídolo y donde acaba la persona porque Simeone es pasado, presente y futuro del Atlético, en el que lleva 5 años y tiene contrato hasta el 2020. Esta noche el Cholo cumple 250 parti- dos y lo quiere celebrar derribando uno de los pocos muros que le quedan: el Camp Nou.
El Atlético hace más de una década que no derrota al Barça en el Estadi. Fue un 1-3 con dos goles de Torres y uno de Maxi. Desde ese 2 de febrero del 2006 han sido 14 visitas. Ha llovido tanto que el propio Simeone aún estaba en activo. Dos semanas más tarde, colgaba las botas tras 19 años de carrera y se hacía cargo del Racing de Avellaneda.
En la Navidad del 2011, tras pasar por el Estudiantes, el River, el San Lorenzo, el Ca- tania y otra vez la Academia, aterrizó en el Calderón. “Mi aspiración es que seamos incómodos para cualquier rival”, prometió en su presentación. Y vaya si lo ha conseguido. Simeone ganó una Copa al Madrid en el Bernabeu, arrebató una Liga al Barça en el Camp Nou (con un 1-1 en el último día) y destrozó al Chelsea en la Supercopa de Europa. Sus cuatro títulos como técnico en el Manzanares superan el doblete que ganó en 1996 vestido de corto. “Soy un agradecido al club, a la afición, a los compañeros que tuve y a los jugadores que me ha tocado dirigir. Aspiro a mejorar y para eso hay que trabajar. Tenemos un reto hermoso”.
Se refiere a que ahora su Atlético persigue al Barça en la Liga –está a seis puntos– y ambos se enfrentan por una plaza en las semifinales de Champions. “Nos conocemos bastante. Ellos son claros en su juego desde hace años y lo están haciendo espectacularmente bien. Sería bueno enfrentarnos más a ellos”, dijo, sin miedo a que los de Luis Enrique salgan heridos por la derrota contra el Madrid. “No creo que sea influyente lo que ocurrió en el clásico. Aunque sabemos que ellos querrán intentar sentenciar la eliminatoria al jugar en casa. Pero yo creo mucho en mi equipo”, defendió.
Simeone confía en sus jugadores porque más que su equipo para él es su familia, por algo su hermana Natalia es su agente. La unión es uno de sus mandamientos. Le preocupa que el vestuario sea una piña hasta el punto de mirar el horóscopo –se lo incul- có su madre– de los fichajes para tener un grupo cohesionado. Godín es uno de los que están con él desde el primer día, como Juanfran, Gabi y Koke. El técnico le pidió un esfuerzo para que se recuperase y el uruguayo no faltará. “Sabemos que este partido es el decisivo porque determinará cómo se jugará en el Calderón”, constata el central. “Los que jueguen deben interpretar que un minuto mañana (por hoy) es la vida”, recordó Simeone. El Cholo rima con agonía. Y si no que le pregunten al PSV. Resistir es vencer.
“Lo que ocurrió en el clásico no le influirá. Sabemos que al jugar en casa querrán intentar sentenciar la eliminatoria”
“Creo mucho en mi equipo. Los que jueguen deben interpretar que un minuto en este partido es la vida”