Seis triunfos y un día de furia
El Atlético se había convertido en la toxina del Barça cuando, hace dos temporadas, le eliminó en los cuartos de final de la Liga de Campeones y le arrebató el título de Liga en la última jornada empatando (1-1) en el Camp Nou. Pero la llegada de Luis Enrique al banquillo ha invertido los papeles. La temporada pasada fue su equipo el que excluyó al de Simeone de la Copa y le batió en los dos enfrentamientos de Liga, igual que en la campaña actual.
Seis triunfos en seis partidos del técnico asturiano contra el argentino, pero siempre por un solo gol, salvo en el 3-1 de la pasada Liga en el Camp Nou. Casi siempre sufriendo la machacona determinación de un adversario hechizado por el carácter de su entrenador. Puede aventurarse que si existe un lugar en el que Luis Enrique se sienta más estresado que en una sala de prensa, es en un banquillo en un duelo contra el Atlético. Nunca se le ha visto tan enfurecido como cuando hace dos meses, en el ultimo duelo contra los rojiblancos, Filipe Luis entró a la rodilla de Messi frente a los banquillos. “¡Qué es esto, qué es esto!”, gritaba gesticulando frenéticamente en presencia del cuarto árbitro. El lateral fue expulsado, y más tarde el Atlético perdió a Godín por doble amonestación. Son partidos abonados para las incidencias, un incordio para un Barça que prefería vivir siempre en el oasis hasta que Luis Enrique izó la bandera de la imprevisibilidad cuando estampó su firma en el contrato.
El técnico blaugrana restó importancia a su sexta victoria contra el Atlético (2-1). “En la segunda parte les dije que había que salir al ataque, pero la lectura en el campo acabó siendo otra. No supimos cerrar el partido, aunque jugábamos con dos jugadores más. Está claro que no estuvi- mos nada finos”, reconoció. El técnico ha tomado nota de los antecedentes. “El Atlético es un equipo con un nivel top, muy peligroso en diferentes aspectos, con diferentes registros y muy completo. Por eso está donde está y es un rival que nos va a crear complicaciones durante toda la eliminatoria”, definió ayer, cuando intentó reducir a la mínima expresión sus reflexiones sobre la derrota en el clásico. “Tengo una fe ciega en mis jugadores, una fe ciega en que este es el camino que ha llevado al Barça a ganar muchos títulos”, en- fatizó, convencido de que no existen tantos motivos para la crítica como parece y de que sus futbolistas están preparados para la reacción: “La parte competitiva la tienen sin duda. Es un perfil de jugador único y diferente. Yo, que veo cada entrenamiento y cada partido, sé que tengo un equipo totalmente fiable. Vamos a competir seguro al máximo. No sé si ganaremos o no, pero el equipo tiene nivel más que suficiente para ser el mismo que hemos visto estos meses”.
“Lo veo en cada entrenamiento y tengo un equipo totalmente fiable, vamos a competir seguro al máximo”
“Es un conjunto muy peligroso en diferentes aspectos que nos va a crear complicaciones durante toda la eliminatoria”