La diversidad suma
Esperaba que Lucas, discípulo del patriarca ultraliberal de los Chicago Boys, Milton Friedman, nos diera un recital antiestatalista, pero encuentro un científico social que, sí, defiende la competencia como madre de la ciencia, pero también juzga imprescindible el Estado de bienestar: no quiere que sus nietos vean a nadie morir en la calle por no poder pagar un hospital; pero tampoco le gusta que un Estado ineficiente le quite 100 dólares en impuestos para darle servicios que no valen ni 50. La virtud está, concluye, en financiar con dinero público las mejores iniciativas privadas, como en algunos de los colegios concertados españoles. Y es que la diversidad suma cuando logra conciliar lo mejor de cada doctrina.