La Comisión Europea duda sobre la fórmula para repartir refugiados
Bruselas admite que aún no hay apoyo para crear una ‘ventanilla única’ de asilo
La revolución de la política de asilo europea tendrá que esperar. A pesar de que la Comisión Europea cree que la solución más justa y duradera de cara a futuras crisis pasa por crear una ‘ventanilla única’, europea y centralizada, que tramite todas las peticiones y reparta de forma equitativa a los refugiados entre los diferentes países de la Unión, esta fórmula “no es políticamente realista a día de hoy”, reconoció ayer su vicepresidente, Frans Timmermans.
El Ejecutivo comunitario presentó ayer sus esperadas ideas para lograr un reparto más equitativo de la responsabilidad con el asilo pero renunció, de momento, a proponer formalmente avanzar por esta dirección. La propuesta estaría “condenada al bloqueo eterno”, reconoció Timmermans para justificar el aplazamiento de las propuestas hasta finales de junio para reformar el reglamento de Dublín y la decisión de lanzar al debate público no sólo esta idea sino también otra más modesta, con más posibilidades de salir adelante, al menos sobre el papel: el statu quo. Formalizar el sistema creado al calor de la actual crisis, manteniendo el principio de que las demandas de asilo se presenten en el primer país de llegada de la UE –para que así “ninguno se desentienda” de su responsabilidad de controlar la frontera, explican fuentes comunitarias– y, ante situaciones de emergencia, activar un “mecanismo correctivo” para que el resto de países se quede con parte de los refugiados.
La opción más ambiciosa, centralizar la política de asilo al estilo de Estados Unidos o Canadá, se ejecutaría a partir de tres criterios: la población, la riqueza nacional y un tercero más subjetivo, la capacidad de absorción de cada país. El acuerdo sobre estos puntos, si llega a plantearse, no será fácil, como se ha visto con el mecanismo de emergencia creado el año pasado para Grecia; España no estaba de acuerdo con la clave de reparto propuesta pero aceptó la cuota de refugiados resultante en aras de resolver la crisis.
Pero si la idea de la ‘ventanilla única’ de asilo mediante una entidad supranacional –dando más poderes a la Agencia Europea de Apoyo al Asilo (EASO)– como quieren Alemania y Suecia (los países que más refugiados acogen) es a día de hoy inviable políticamente, la segunda se ha demostrado hasta ahora impracticable. Apenas 1.111 personas se han beneficiado del plan volunta-
Aplazada hasta junio la presentación de propuestas para reformar el fallido sistema de asilo actual
rio para repartir refugiados cuando el objetivo es sacar de Grecia e Italia, hacia otros países de la UE, a 160.000. La excusa es la larga duración de los controles de seguridad pero Bruselas culpa del fracaso a los gobiernos nacionales por “la falta de voluntad política”, acusó el comisario europeo de Inmigración, Dimitris Avramopoulos; las capitales, por su parte, afean a la UE el exceso de burocracia.
El otro fallo del mecanismo corrector actual diseñado inicialmente para descargar a Grecia es la falta de interés por parte de los propios refugiados. Hasta ahora han preferido tratar de llegar por sus propios medios a su destino elegido, en lugar de dejar que sean funcionarios europeos quienes les asignen un país. La Unión trata de luchar desde hace años contra este fenómeno, conocido como ‘visa shopping’ (de ahí la idea básica del sistema actual de que los refugiados pidan asilo en el primer país del club al que lleguen) y Bruselas plantea ahora que “algunos derechos podrían estar condicionados al registro, a la toma de huellas y a que el solicitante permanezca en el país asignado”, para evitar así “abusos” y “movimientos secundarios” entre países. La Comisión presentará antes del verano ideas para abrir vías legales para emigrar a Europa que reduzcan el atractivo de las llegadas irregulares.