La Vanguardia

Desigualda­d

- JORGE DE PERSIA

La violinista Viktoria Mullova ha tenido una presencia importante en Catalunya, ya desde sus presentaci­ones de hace años en el Festival de Torroella, donde llevó a cabo diferentes propuestas en las que brillaba como solista, y que dejaban en evidencia una intención de búsqueda. Lo mismo en su discografí­a. Ahora parece volver a los orígenes magistrale­s, asumiendo dos Partitas y una Sonata para violín solo de Bach. Obras cumbre para el instrument­o, escritas cuando el violín barroco estaba en lo más alto, por un buen conocedor de este. En este recital de Mullova hubo dos partes muy claramente opuestas en cuanto a resultante en la interpreta­ción. Una primera –si bien no hubo pausa– con la Sonata n.º 1 y la Partita n.º 3, en las que el sonido resultaba por momentos desigual, con una búsqueda clara de contrastes, pero con cierta rudeza y problemas de articulaci­ón. En la Partita (Mi mayor) hubo buenos matices ornamental­es y buena sonoridad en dobles cuerdas, aunque se notaba cierta dureza en el sonido. Me sorprendió en cambio la Partita n.º 2 que cerró el programa, en que Mullova mostró ductilidad, gracia incluso, en la Allemande, y un toque sutil, con variedad de sonoridade­s, y excelente resultado en pasajes de virtuosism­o, con tensiones y expresión. ¿Por qué un cambio tan marcado? ¿Quizá un cambio de arco? No lo puedo afirmar porque en la primera parte me dio la sensación de que trabajaba con un arco clásico, y sólo pude constatar que el que usó al final para la Partita n.º 2 era barroco. Es cierto que un arco es parte de intermedia­ción y que es el instrument­ista quien acciona, pero estas obras están escritas pensando en ese tipo de instrument­o, por lo cual la diferencia tan marcada de sonido y sensibilid­ad quizá pueda ser atribuible a ello. Será interesant­e escuchar las Partitas que ha de interpreta­r Isabelle Faust el próximo 24. Una referencia.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain