El Congreso lleva al Gobierno de Rajoy al Constitucional
El PP ve una operación “teatral” y electoralista de desgaste al Ejecutivo
La oposición al completo se alió ayer para llevar al Gobierno al Tribunal Constitucional por su “rebeldía” al negarse a comparecer en el Congreso y someterse a su control. Rajoy acudió ayer a dar cuenta de la última cumbre europea, trámite al que está obligado por ley.
La relación entre los poderes legislativo y ejecutivo ha saltado por los aires. El Congreso consumó ayer la grave e insólita colisión institucional al aprobar con un 65% de los votos, y en soledad del PP, el conflicto de atribuciones propuesto por los siete grupos de oposición para denunciar ante el Tribunal Constitucional la negativa del Gobierno en funciones a someterse al control de la Cámara.
Las formaciones promotoras de la medida (PSOE, Podemos, Ciudadanos, ERC, DL, PNV y mixto) tildaron de acto de “rebeldía” y “desprecio a la soberanía popular”, así como a la separación de poderes y a la democracia misma, la actitud del gabinete de Mariano Rajoy. Una actitud que el Ejecutivo justifica en sus limitaciones legales al estar en funciones y que ya ha sustanciado en las incomparecencias de los ministros de Defensa y Fomento, Pedro Morenés y Ana Pastor, ante sendas comisiones parlamentarias.
El titular de Interior, Jorge Fernández Díaz, sumará hoy un nuevo plantón a la comisión correspondiente, avanzó ayer. En cambio, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, hablará a petición propia, también en Comisión, para explicar el desvío del déficit y las medidas aplicables a las comunidades incumplidoras .
En alusión al diferente comportamiento de los distintos ministerios, el portavoz socialista Antonio Hernando indicó que es el Parlamento y no el Ejecutivo el que tiene la facultad de determinar las com- parecencias de los gobernantes, obligados según él y el resto de proponentes a “rendir cuentas” a las Cámaras aunque esté en funciones. “Esto no es como un menú del que pueden rechazar los platos que no les gustan”, añadió Hernando. Antes, el líder del PSOE, Pedro Sánchez había afirmado que “un gobierno en funciones no es un gobierno descontrolado”.
En representación de Podemos, Íñigo Errejón acusó al Gobierno de “antisistema” por su “agresión contra la separación de poderes”. Por Ciudadanos, Juan Carlos Girauta denunció un “pisoteo” al Derecho. El portavoz de ERC, Joan Tardá, dijo que ellos no están “sorprendidos” ante una resistencia a dar cuentas que “forma parte del ADN del PP”, aunque agregó que ése es también el caso del PSOE. Y Jordi Xuclà, de Democracia i Llibertat, consideró que Rajoy y sus ministros “han creado un conflicto evitable que demuestra su pobre concepto de democracia representativa y denigra las instituciones”.
En nombre del PP, José Antonio Bermúdez de Castro señaló que “no tiene sentido que el Parlamento de una legislatura controle al Gobierno de la legislatura anterior”, y atribuyó el conflicto de atribuciones a un intento “teatral” de “desgastar al Gobierno y convertir la Cámara en escenario de precampaña”.
El Ejecutivo tiene un mes para responder al requerimiento de control de la Cámara y, en su caso, para dar marcha atrás. No lo hará, según ya ha adelantado. Así que, pasado ese plazo, el Congreso formalizará su acción ante el TC.
Los siete grupos opuestos al PP, con el 65% de los votos, consuman un insólito choque entre poderes