DE EFÍMERO A ETERNO
¿Cuál es el destino del papelito que envuelve un caramelo? Para el común de los mortales, la papelera; para según quien, el archivador. Érase una vez aquel Joan Oliva i Milà, origen de una estirpe de cinco generaciones vinculadas las artes gráficas, que ya hurgaba en papeleras para hacerse con piezas efímeras que así acabarán en museos, admiradas y estudiadas. Gracias a Víctor y Oriol Oliva nos ha sido dada hoy la fortuna de poder tener entre las manos un colosal y fastuoso desfile de más de dos mil piezas de un siglo de publicidad desechable. Y es que se trata de propaganda de lo más variada: envoltorios, cajas, tickets, abanicos, tarjetas, cromos recortables o no, invitaciones, sobres, etiquetas, menús y toda suerte de papelitos de usar y tirar. Una rigurosa selección, ordenada, documentada y clasificada, ha hecho posi-
ble la aparición de un libro ( Barcelona. Publicitat i ephe
mera, en impecable edición del Ayuntamiento) que resulta formidable, único, sorprendente, divertido, instructivo, artístico, y que así constituye una turbadora película publicitaria de todo un siglo barcelonés, merced, también, a las bondades de la cromolitografía. El Modernisme y el Noucentisme deslumbran. Lo sentenció nuestro poeta: “Res no és mesquí”.