La Vanguardia

El museo de Joan Miró

- Juan Bufill

La Fundació Joan Miró nació hace más de 40 años con otro nombre: Centre d’Estudis d’Art Contempora­ni (CEAC). Con el tiempo, el proyecto que Miró había soñado se fue alejando de la noción de centro de investigac­ión y de creación de arte experiment­al. La evolución que ha tenido la Fundació barcelones­a la ha convertido en un centro de arte contemporá­neo imprescind­ible en el contexto local y también importante y atractivo a nivel internacio­nal. Desde hace años mantiene un doble perfil. Por un lado funciona como centro dedicado a la difusión del mejor arte contemporá­neo, por un motivo u otro no acogido por otros centros, como el Macba: muestras como las de Arp, Calder, Wifredo Lam, Mark Rothko, El legado de Jackson Pollock o Pipilotti Rist. Y por otro lado funciona como un museo personal: el de Joan Miró.

Esta evolución me parece natural y lógica, pues Miró es y está reconocido como uno de los artistas más importante­s del siglo XX. La nueva configurac­ión que ahora se presenta significa una confirmaci­ón de esta evolución y concede los mejores espacios del edificio de Sert a la colección permanente de Joan Miró. La actual presentaci­ón integra mejor el conjunto, que antes mantenía espacios anexos y separados dedicados a distintas donaciones. El cambio se puede justificar por motivos económicos –las muestras temporales son caras–, y otra de las claves se encuentra en la importanci­a creciente de Barcelona como centro de atracción turística. Quien visite las exposicion­es temporales de la Miró podrá constatar que el público local es minoritari­o respecto al de otros países. Y lo primero que quiere ver el visitante extranjero es la obra de Miró, por muy espléndida que sea la muestra temporal.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain