“Me gustaría que España enviara a Eurovisión a un grupo flamenco”
Bárbara Reyzábal será la representante de España en el Festival de Eurovisión que este año se realiza el 14 de mayo en Estocolmo. Su agenda es frenética desde que fue elegida, aunque lo será más a medida que se acerque el momento de subir al escenario del Globen Arena.
A poco más de un mes para la gran final, ¿cómo afronta ser la representante de España en Eurovisión? Con muchísimo trabajo, es lo que toca. Aunque hay momentos que no puedo más porque estoy agotada, al final esta es la oportunidad. Tengo que disfrutarlo y vivirlo como lo que es, una cosa única. Con todo el trabajo que hay detrás, al final hemos de convencer a Europa en 2 minutos y 58 segundos, que es lo que dura la canción. El público tiene que ver ese agradecimiento, ese disfrute por lo que estás haciendo y pasártelo bien en el escenario. Hay que trabajar con ilusión y sin que la presión te pueda.
¿Barei es o ha sido una eurofan incondicional? Cuando era pequeña, la final de Eurovisión era el plan que me gustaba ver en familia un sábado por la noche con cuatro cosas para picar y estar de los nervios haciéndote tus cábalas de quien iba a ganar y perder. Cuando fui adolescente ya no quise pisar mi casa un sábado por la noche y lo dejé entonces un poco de lado. Desde hace algunos años lo volví a retomar, cuando te haces más mayor y decides que te quieres quedar en casa haciendo un plan más tranquilo escuchando música en lugar de ir a un garito a tomarte algo. Así que he tenido idas y venidas.
¿Qué espera de Estocolmo? Me parece una ciudad preciosa, aunque solo he estado medio día para grabar el videoclip de la canción y no me ha dado tiempo de empaparme de la ciudad. Lo que he visto me ha gustado mucho, a pesar del frío horrible que pasé.
Este año el estilo de Say yay! va a romper los moldes de las canciones de sus antecesores… Eso espero. Es una canción que si el público y el jurado la han elegido es porque tienen ganas de probar con algo diferente a los años anteriores y arriesgarse incluso con el idioma. Diferente a lo que se ha llevado en últimos años sí que es, no creo para nada que sea mejor, simplemente distinto. A ver donde nos lleva.
Además, por primera vez España participa con una canción cantada íntegramente en inglés. Sí. Hay muchos detractores por este tema, pero en mi caso es una cuestión de estilo. En una balada con las frases largas y las notas más mantenidas es más fácil introducir cualquier consonante. Pero cuando tienes frases y palabras tan rápidas como en mi canción, que no hay tiempo ni para respirar entre una y otra, si tienes una sonoridad como la del castellano sería un trabalenguas poco musical. En las listas de éxitos de España, como Spotify, la mayoría de canciones son en inglés y la canción de Conchita Wurst o la de Suecia que ganó Eurovisión el año pasado están cantadas en ese idioma. Creo que el idioma no debe de ser un inconveniente o una ventaja, porque la canción está compuesta, escrita y hecha por españoles, y cantada en inglés, como la mayoría de canciones que están en las listas de éxitos. Otros años España ha enviado a Eurovisión canciones compuestas por artistas extranjeros y nadie ha dicho nada, lo que no entiendo muy bien.
Las críticas sobre el idioma han llegado hasta de la RAE. ¿Las entiende? Más que entender o no, respeto la opinión de la gente y su libertad de expresión, pero no acepto que me insulten. Había opciones de ir a representar España en Eurovisión con canciones íntegras en castellano y el público y el jurado decidieron que fuera yo, con una canción 100% en inglés por la sonoridad de las consonantes y por su raíces de pop americano, soul y funky. Una vez que se ha escogido al representante, lo mejor es ayudar para que lo haga de la mejor manera posible. Además, creo que estamos en un mundo global y lo im-
portante es comunicarse, da igual el idioma. Me encantaría que España enviara un año a un grupo de flamenco en español, porque no sonaría igual de auténtico si se pasara la letra del español al japonés, por ejemplo.
En los últimos años España ha ocupado las últimas posiciones de clasificación en Eurovisión. ¿Qué se ha hecho mal? Creo que influyen de forma muy directa los competidores que tengas. Hay años, como el anterior, donde los competidores son muy buenos y hay otros años donde no hay un nivel tan alto, sino que es más intermedio. A pesar de eso, es cierto que a veces España ha mandado canciones que no llegaban a ser redondas del todo, porque el artista que iba no casaba muy bien con la canción concreta, porque cantaba mitad en español y mitad en
inglés o porque en la puesta en escena se veía que el artista no estaba convencido con el vestuario. Otras veces sí que hemos visto que el artista estaba convencido, y ha sido cuando se han registrado mejores resultados.
¿Con qué artistas españoles de Eurovisión se identifica?
Con Sergio Dalma y su Bailar pegados, que me gustó mucho, y
Quédate conmigo de Pastora Soler. También me gustó Ruth Lorenzo con Singing in the rain.
¿Qué canciones han patinado en el festival de la canción?
El Chiqui Chiqui, no por el personaje sino porque no era una canción para enviar a Eurovisión. Sí que me parece adecuada para otro tipo de show, pero no para Eurovisión. Es una oportunidad muy grande para la gente que se lleva dedicando tanto tiempo a la música como es mi caso.
¿Tiene algún favorito entre los participantes de este año?
He escuchado a algunos de ellos y creo que hay competidores muy buenos este año. La canción de Suecia me gusta, porque a pesar de ser lineal la escucharía muchas veces y no me cansaría. También me gusta mucho la de Francia, Finlandia por el estilo de música, Bélgica e Italia. Rusia parte como uno de los favoritos pero creo que es más por la parafernalia del despliegue de medios en el escenario, que es más visual, no tanto por la música.
Por primera vez, y a pesar de estar clasificada de forma automática, España actuará también en la primera semifinal. ¿Cree que puede serle favorable? Por supuesto. El estar en la semifinal ayuda, porque la gente empatiza más contigo. Una actuación que ya la has visto dos veces te gusta más que una que la has visto por primera vez.
¿En qué posición le gustaría salir al escenario?
En la 17, creo que es la tercera de la segunda parte. A mí me gusta más la segunda parte, aunque para los nervios es mucho peor.
¿Qué nos puede desvelar de su puesta en escena y del vestuario? Va a ser una cosa muy accesible, no voy a ir con vestido largo de gala. Quiero que la gente se pueda sentir identificada y que pueda decir que mañana quiere ponerse algo parecido a lo que llevaré. Al final me voy a diseñar el vestido yo misma, basándome en cosas que he visto previamente. Voy a decidir yo como quiero que sea, no voy a coger un vestido de un diseñador como estaba previsto en un principio.
¿Y qué ideas tiene para ese vestido?
El vestido no va a ser entallado y todavía no puedo decir si será vestido o pantalón. Me voy a poder mover bien y transmitir la energía que tiene la canción. No quiero estar pendiente de lo que llevo, sino de lo que voy a hacer.
Se ha hablado mucho de su baile de pies. ¿Va a formar parte de la coreografía? Sí, y aunque no va a ser protagonista sí que va a ser relevante. Creo que ha marcado tendencia y la gente me identifica con eso.
“España podía ir a Eurovisión con una canción en español, pero me eligieron a mí con una en inglés” “Rusia es una de las favoritas, pero es más por la parafernalia visual del escenario que por la música”