“No es serio confiar en la negociación con PSOE y PP”
Vicepresident y conseller de Economia de la Generalitat
Oriol Junqueras descarta la posibilidad de mejorar las finanzas de la Generalitat en una negociación con el Estado y cree que las calificaciones de la deuda catalana por las agencias de rating son artificiales, pues la administración no tiene control de sus ingresos.
En las últimas semanas, Oriol Junqueras, el vicepresidente y conseller de Economia del Govern de la Generalitat, ha estado en el centro de la polémica. Las difíciles relaciones que mantiene con la administración central, en particular con el titular de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, en torno al ajuste del déficit y la delicada situación financiera de la Generalitat, están en la base de ese desacuerdo. Junqueras no deja mucho margen para una negociación económica con el Estado, pues cree que éste nunca hace honor a la palabra empeñada en un pacto. En esta entrevista, sostiene que la Generalitat sería capaz de cumplir con el déficit si la administración central cumpliera con sus compromisos con Catalunya. Y afirma que está en condiciones de cuadrar ese ajuste al tiempo que a incrementar el gasto social.
Cristóbal Montoro se acaba de descolgar con la creación de una comisión técnica para sentar las bases de un nuevo sistema de financiación. ¿Tiene recorrido este movimiento de manos de un gobierno en funciones con futuro desconocido? El ministro Montoro ha incumplido una obligación que tenía desde finales del 2013, cuando venció el actual sistema de financiación autonómica. En honor a la verdad, Montoro ha tenido que gestionar una realidad difícil. En los últimos ocho años el coste de la seguridad social, por los subsidios de desempleo y en pensiones, ha crecido en 50.000 millones... Pero dicho esto, hay muchas decisiones que el Gobierno español ha tomado de forma arbitraria, en contra de la mayoría de los ciudadanos y contra la recuperación económica. Cuando Hacienda calcula sistemáticamente a la baja los adelantos de los ingresos a cuenta del sistema de financiación que remite a las Comues nidades Autónomas limita sus posibilidades, singularmente las de Catalunya, de cubrir las necesidades de sus ciudadanos en servicios básicos como la salud o la enseñanza Catalunya ha crecido como no lo hacía en una década, a un ritmo del 3,9% en el último trimestre. Ese crecimiento hubiera sido mayor con decisiones más coherentes. La deuda pública española se sitúa en el 100% del PIB y su capacidad de endeudamiento está condicionada, también, por la capacidad de crecimiento de la economía catalana. Sin crecimiento no habrá confianza en los mercados. El ministerio se equivoca en cosas como reservarse un porcentaje desproporcionado del techo de déficit, pese a que su peso en el gasto total sólo del 57%, lo que ya ha provocado las quejas de los presidentes autonómicos. También los del PP. Y el año que viene se les reserva a las autonomías un 0% de déficit. En Catalunya es aún más grave porque la administración aquí asume más competencias que la media del resto de autonomías. La Autoridad fiscal Independiente (AIReF), creada por el propio ministerio, comparte esa crítica.
El cambio que propone ahora Montoro se debería haber implementado en enero del 2014, cuando tenía margen legislativo. Ahora lo hace desde un gobierno en funciones... Los ciudadanos juzgarán.
El ministro Montoro les acaba de remitir una carta en la que les pide que provisionen más de 2.800 millones de euros...
Los datos que incluye la carta son muy poco concretos. Cristóbal Montoro habla de estimaciones. No es algo que nos sirva para elaborar presupuestos ni hacer previsiones. No sabemos qué es lo que nos exige el ministerio. Pide que las comunidades tomen decisiones limitando su disponibilidad de crédito para garantizar que se cumpla el objetivo de déficit, pero no establece qué cantidades ni cómo se debe calcular.
Pero les dan quince días para que concreten cómo se ajustan a esas cifras... La cuestión es que no da ningún criterio para saber de qué cifras está hablando. Viene a decir que nosotros digamos pero que después él será el que decidirá lo que corresponde hacer… sin que haya de por medio un proceso de negociación. Es una arbitrariedad muy difícil de gestionar.
El Gobierno les ha fijado un objetivo de déficit del 0,3...
La mayoría de comunidades autónomas no han cumplido nunca el objetivo de déficit que se les ha asignado. El Estado tampoco lo ha cumplido nunca, pese a haberse atribuido la parte del león de ese margen de déficit. Nosotros podríamos cumplir si el Estado cumpliese sus obligaciones con Catalunya. Si acatase lo que dice la ley de estabilidad presupuestaria, que para el 2016 establece un déficit del 1,7%, nosotros estaríamos en condiciones de cumplirlo. Con dimente ficultades, pero podríamos. Pero no sólo no lo hace, sino que nos impide contabilizar cosas como el dinero de la disposición adicional tercera, el impuesto sobre los depósitos bancarios... No hacen falta todas esas medidas, sólo con algunas de ellas ya sería posible. Depende de la voluntad del Estado. Si cumple con sus obligaciones, no es imposible.
Al margen de esa discusión, ustedes tienen que elaborar unos presupuestos. ¿En qué se traduce esa reducción del déficit?
Nuestra voluntad es que el déficit sea claramente inferior al del año anterior. Estamos convencidos de que podemos rebajarlo de forma muy sustancial, práctica- a la mitad, y además cumplir los compromisos que hemos asumido y queremos asumir en política social, salud, enseñanza y servicios sociales, lo que se denomina plan de choque, votado de forma unánime por el Parlament.
¿Está usted hablando de presupuestos sin reducciones del gasto? Todo lo contrario. Estoy hablado un presupuesto con un aumento del gasto social. Hay un factor que nos ayuda a reducir déficit y a elevar el gasto social estimulando la economía que es el incremento de la actividad económica, de la recaudación y el adelanto a cuenta del sistema de financiación….
¿Cómo evoluciona la recaudación de impuestos?
Los datos que nos llegan indican que la economía va bien y por tanto la recaudación. Se nota en el turismo, en las inversiones extranjeras. Hay más demanda interna y la economía se comporta mejor. Aunque aún existen amenazas, una de ellas, la evolución de la economía mundial
Vayamos al fondo. La Generalitat atraviesa serias dificultades financieras. El estado ha creado mecanismos especiales de financiación como el FLA (Fondo de Liquidez Autonómica) que eran extraordinarios pero que al final se han convertido en instrumentos habitual es para esa financiación. ¿Qué salida tiene esta situación de bloqueo político en términos realistas,
FINANCIACIÓN El cambio del que habla ahora Montoro debía haberlo propuesto en el 2014
AJUSTE La carta del ministro no aclara las cifras de las que habla ni los criterios PRESUPUESTO Nuestra voluntad es reducir el déficit a la mitad y cumplir con el plan de choque social
LUIS DE GUINDOS Al ministro también le dije que si Catalunya entraba en impago, no era bueno para España
concretos y razonables para estabilizar la gestión financiera de la Generalitat? Existe la tentación de atribuir todo esto a una situación de tensión política en Catalunya. Pero la verdad es que estas tensiones también se producen en otras administraciones públicas del Estado español que no están en la misma situación política que Catalunya. Muchas de ellas, incluso, gobernadas por el PP, el partido del Gobierno del Estado. Por lo tanto, no hay necesariamente un vínculo directo entre el mandato democrático que los ciudadanos de Catalunya emitieron en las elecciones del 27-S y estas dificultades económicas. Lo que hay es un contexto económico difícil. Que también comparten otros Estados de la Europa occidental…
Dicho en estos términos y al hilo de sus palabras sobre la generalidad del problema, ¿abre la actual situación la posibilidad de algún frente con más administraciones autonómicas para redefinir el sistema de financiación y resolver estas disfuncionalidades? Muy difícilmente. No es una hipótesis que se haya afrontado seriamente ni por parte del PP ni tam-