Kim Jong Un no se rinde
Pyongyang prueba con éxito el motor para un misil balístico intercontinental
Ya pueden caer sanciones y amenazas, que el régimen norcoreano prosigue con su particular carrera armamentística en busca de un mísil nuclear de largo alcance que le permita tener a tiro “cualquier lugar inmundo de la Tierra”.
Corea del Norte prosigue su particular carrera propagandística sobre la evolución de su arsenal nuclear. El régimen que lidera Kim Jong Un anunció ayer haber probado con éxito un motor capaz de propulsar un misil balístico intercontinental. Un ensayo que, de confirmarse, aseguraría a Pyongyang la capacidad de llevar a cabo un ataque nuclear sobre el territorio de Estados Unidos.
Los medios de comunicación norcoreanos revelaron ayer el enésimo avance del régimen comunista en su programa armamentístico nuclear. Anunciaron que Kim Jong Un había acudido a la base de Sohae, en la costa occidental del país, para supervisar la prueba de un motor para misiles de largo alcance. “Un logro que hará que Corea del Norte pueda equipar sus cohetes balísticos intercontinentales con cabezas nucleares más poderosas y mantener a tiro cualquier lugar inmundo lleno de maldad en la tierra, incluido el territorio de EE.UU.”, declaró el joven líder norcoreano, según la agencia oficial KCNA.
Los observadores internacionales se muestran, sin embargo, escépticos ante la avalancha de anuncios exitosos dados a conocer en los últimas semanas por Pyongyang. Dudan que tengan capacidad suficiente para haber realizado tales avances y subrayan que siempre tienen lugar en fechas señaladas.
Para unos se trataría de la respuesta de Corea del Norte a las maniobras conjuntas que, como todos los años, realizan por estas fechas EE.UU. y Corea del Sur. Unos ejercicios que las autoridades norcoreanas interpretan como preparativos para la invasión de su territorio por parte aliada.
Para otros, este empeño armamentístico tiene como objetivo final ensalzar la figura de Kim Jong Un ante el congreso que celebrará, por primera vez en 36 años, el partido único norcoreano el próximo mes de mayo.
Y a nadie se le pasa por alto que hoy y mañana se reúnen en Hiroshima los ministros de Exteriores de las siete principales potencias para discutir sobre la seguridad nuclear y Corea del Norte.
La realidad, no obstante, es que Pyongyng ha intensificado en las últimas semanas los anuncios sobre los avances de su programa militar, a pesar de la prohibición de la ONU. Una actitud que ha provocado una espiral de tensión en la región. Se inició con la cuarta prueba nuclear que Corea de Norte realizó en enero y siguió en febrero con el lanzamiento de un satélite, que los aliados consideran una prueba camuflada de un misil de largo alcance.
En las últimas semanas, Pyongyang ha intensificado, sin embargo, sus acciones. No sólo ha lanzado en varias ocasiones misiles de corto y medio alcance, en respuestas a las maniobras aliadas, sino que ha anunciado avances en su arsenal nuclear. El régimen de Kim Jong Un ha afirmado haber logrado miniaturizar cabezas nucleares para instalarlas en misiles, disponer de rampas lanzacohetes móviles y haber probado con éxito combustible sólido para los motores de sus misiles. Unas revelaciones que han ido acompañadas de amenazas de ataques preventivos a Washington y Seúl.
El anuncio coincide con la reunión de ministros de Asuntos Exteriores del G-7 en Hiroshima