LOS OTROS CLUBS DE MANCHESTER
La ciudad del United y el City acoge un sinfín de clubs de menor tamaño.
Manchester es una de las grandes capitales del fútbol europeo junto con Barcelona, Milán o Madrid, y el ambiente en las grandes noches de Champions como la del martes con la visita del PSG, es inigualable. Pero su pedigrí futbolístico no acaba con el City y el United, sino que se extiende a clubs poco conocidos más allá de las fronteras de este país, pero que tienen numerosos seguidores, una rica tradición anclada en la Inglaterra industrial, y también han vivido sus momentos de gloria.
Las actuales horas bajas del Man U –que no levanta cabeza desde que se jubiló Alex Ferguson– y del City –posible semifinalista europeo pero que no tiene garantizado para Pep Guardiola un puesto en la próxima Champions– son un fenómeno traumático para los dos gigantes de la ciudad, pero el pan nuestro de cada día para el resto de equipos de un área metropolitana de 1.300 kilómetros cuadrados y 2,7 millones de habitantes, la de más densa población del país después de Londres, donde el fútbol se come, se bebe, se vive, se duerme y se sueña.
El Blackburn Rovers es uno de tan sólo cinco equipos que ha conquistado por ahora la Premier (junto con Chelsea, Arsenal y sus dos vecinos de Manchester, a la espera de lo que haga el Leicester), el Bury ha ganado dos veces la copa y el Bolton Wanderers cuatro , el Stockport estuvo cinco años en la máxima categoría en los años noventa, y el Altrincham es el mayor matagigantes del fútbol inglés. Otros como el Bury, el Rochdale y el Macclesfield Town no guardan ningún trofeo importante en sus vitrinas, mientras que el FC United y el Salford City son demasiado jóvenes para poder tenerlos. Todos ellos languidecen en las categorías inferiores, lejos de las secciones de deportes de los grandes periódicos y los noticieros de televisión.
Una gran noche europea en el teatro de los sueños de Old Trafford pone la carne de gallina, pero tanto el United como el City se han convertido en grandes corporaciones millonarias, el primero propiedad de los Glazer norteamericanos, y el segundo de los jeques de Abu Dhabi. Más atávicos, y en cierto modo auténticos, son los estadios de Spotland (Rochdale), Boundary Park (Oldham), Gigg Lane (Bury), Edgeley Park (Stockport), Broadhurst Park (FC United), Moor Lane (Salford City) y Moss Rose (Macclesfield Town), a la sombra de las fábricas textiles de la Inglaterra victoriana, y desde cuyas gradas de a pie se divisa un paisaje de chimeneas, calderas y edificios industriales de ladrillo rojo en el que se podrían filmar películas del siglo XIX.
El Rochdale, el Oldham y el Bury están separados por pocas paradas en la misma línea de tranvía que zigzaguea por el Gran Manchester, y tienen una intensa rivalidad atizada por el hecho de que los tres militan en la Liga 1, la tercera categoría del fútbol inglés. Fundado en 1907, el Rochdale nunca ha ganado una competición en toda su historia (lo más cerca que estuvo fue la final de la Copa de la Liga en 1962), y nunca ha subido más allá de la tercera división, pero un partido de la máxima rivalidad contra sus vecinos es una experiencia tan intensa como un choque de la Premier. El Oldham ha alcanzado tres semifinales de la FA Cup y tuvo un equipazo a principios del siglo pasado, pero la gran guerra truncó su historia y desde entonces no ha levantado cabeza. El Bury ganó en el viejo estadio de Crystal Palace las finales de copa del 1900 (4-0 al Southampton) y 1903 (6-0 al Derby County, una goleada que sigue siendo récord), pero ni que decir tiene que ha llovido mucho desde entonces.
Desde las ventanillas de los trenes que llegan desde el sur a la estación de Manchester Piccadilly se divisan las tribunas y los postes del alumbrado del estadio de Edgeley Park, la casa del modesto Stockport, llamados los sombrereros, por las numerosas fábricas de ese complemento que había en la localidad en los tiempos victorianos. El club, fundado por una congregación eclesiástica en 1883, luce los colores azules y blancos, y tras el mundial de 1978 adoptó una camiseta idéntica a la albiceleste argentina, sólo que con el escudo distinto. Pero en 1982, tras la ocupación de las islas Malvinas por la junta militar y la
RIVALIDADES Los estadios del Rochdale, el Bury y Oldham están a pocas paradas de distancia en el tranvía que cruza la ciudad ‘SMALL IS BEAUTIFUL’ El FC United fue fundado en el 2005 por un grupo de socios del Man U furiosos con su comercialismo
Los ‘diablos rojos’ y los ‘citizens’ son las superpotencias futbolísticas, pero el área metropolitana de Manchester tiene muchos otros equipos con historia
consiguiente declaración de guerra de Thatcher, tuvo que cambiar de indumentaria. No era cosa de rendir homenaje al enemigo...
Old Trafford y el Etihad están a menos de diez kilómetros de Edgeley Park, y –como el resto de equipos pequeños del área metropolitana– se siente sofocado por ellos, consiguiendo a trancas y barrancas aforos de tres mil aficionados que apenas le permiten sobrevivir (durante unos años jugó sus partidos los viernes por la noche, para que no coincidieran con los de ambos gigantes). El FC United se formó en el 2005 como una reacción contra el comercialismo de los diablos rojos, es una sociedad benéfica propiedad de los socios (que eligen presidente y votan sobre todas las decisiones importantes), presume de ser el club más democrático de Inglaterra, y se compromete en sus estatutos a que las entradas sean lo más baratas posible.
De los fundadores originales de la liga en 1888, seis son de la región de Lancashire, y tres de la zona metropolitana de Manchester, el matagigantes copero Accrington Stanley (con catorce cabelleras en su historial), el Blackburn Rovers y el Bolton Wanderers, el equipo que ha pasado más años en la máxima categoría (73) sin ganar el título. Fundado como el Christ Church Bolton por un vicario y un director de escuela, cambió de nombre cuando ambos se pelearon y el cura se desentendió del proyecto. En la segunda guerra mundial los deportistas quedaron por lo general exentos de combate, pero 32 jugadores de su plantilla se apuntaron voluntarios a filas como parte del 53 Regimiento de Artillería, luchando en Egipto, Irak, Italia y la batalla de Dunquerque. El único que murió fue su capitán, Harry Goslin, El fútbol de Manchester está lleno de historias así.