Cambio de karma
El Barça se queda sin ganar tres jornadas seguidas por primera vez con Luis Enrique
Algo debe de tener Anoeta”, había dicho en la víspera Luis Enrique. Algo que empieza a ser ya paranormal porque la maldición se está volviendo eterna. Más allá de la superstición basada en hechos reales, la verdad es que se ha producido en las últimas semanas un cambio de tendencia en la Liga, una inversión de las rachas, una modificación de lo que se podría llamar el karma del campeonato.
El Barça transitaba por la Liga con una ventaja pasmosa, con una superioridad grandilocuente, con unos números majestuosos mientras sus rivales se mantenían lejos. Los divisaba desde su atalaya y vivía en un ático con todo lujo de comodidades. En la jornada 28, hace cuatro días como quien dice, el equipo de Luis Enrique le sacaba 12 puntos al Madrid y 8 al Atlético y en la 30 la diferencia era de 9 puntos con el segundo (el conjunto colchonero) y de 10 sobre el tercero (el equipo de Zidane). Sin embargo, ya ese día dejando escapar una renta de dos goles ante el Villarreal y cediendo un empate perdió una oportunidad maravillosa para ir poniendo el lazo al torneo de la regularidad.
No sólo no lo logró en El Madrigal, sino que tampoco pudo ni con el Madrid ni con la Real So- ciedad. Por primera vez en la era Luis Enrique el equipo blaugrana ha sumado tres jornadas sin conocer la victoria. Algo que ni el más pesimista de los barcelonista, que aún los hay a mansalva, esperaba. Y más teniendo en cuenta que el Barcelona, en plena racha de imbatibilidad, había presumido de haberse impuesto en los doce partidos de Liga anteriores. En cambio, el Atlético ha sumado 15 de los 18 últimos puntos y el Madrid acumula seis triunfos seguidos en el torneo. El balance blaugrana actual es de 1 de los últimos 9 puntos, algo que no ocurría desde la temporada 20082009, la primera de Guardiola.
“No tenemos un problema físico. Estamos más frescos que el año pasado”, sentenció Luis Enrique el viernes. Sin embargo, el asturiano, pensando en el duelo de la Champions del miércoles, introdujo cinco cambios con respecto al último partido y colocó a Sergi Roberto de lateral izquierdo. Las novedades tácticas no suelen ser un buen negocio en Anoeta. Ocurrió con la suplencia de Neymar, Alves y Messi la pasada campaña. O hace dos con la titularidad de Song en la época del Tata. Ayer fue el turno de Rafinha, que no salía en el once desde septiembre, y de un Arda perdidísimo. Claro que acusarles a ellos
sería lo sencillo. Porque las vacas
sagradas –que decía Johan Cruyff– como Messi (cuatro partidos sin marcar) o Neymar no tuvieron un día inspirado.
Circunstancias muy negativas que añadir al efecto de ese campo en el que la Real le ha ganado los dos últimos partidos al Barcelona con dos remates entre palos. En cambio, Rulli sacó anoche hasta cinco manos salvadoras. Todo un fenómeno.