Final lógico de la racha

La prolongación del inesperado protagonismo goleador de Diop no impidió que el Atlético pusiera fin a la racha españolista. No hay que rasgarse las vestiduras. Era lo normal y lo único que podía compensar la enorme diferencia entre una y otra plantilla era que Simeone diera por perdida la Liga y pensara sólo en la Champions, algo poco probable, dado su carácter. Nada de eso. Su equipo salió con todo y remontó justamente, apoyado en un dúo demoledor, Koke y Torres, muy presentes en los tres goles colchoneros.

El equipo de Galca llegó hasta donde pudo, de nuevo con un 4-1-4-1 que a veces se convertía en 5-4-1 pero con algunas diferencias: los tres centrales estaban atrás, con Álvaro más bien de lateral derecho, y Javi López algo más adelantado. Con eso consiguió al menos que Filipe Luis no se sumara nunca al ataque, como tampoco lo hizo apenas Juanfran por la otra banda. Para aspirar a hacer más daño a un rival tan ordenado tácticamente, el Espanyol debería haber dispuesto de jugadores capaces de conducir el balón hacia delante aunando velocidad y precisión. Y eso es mucho pedir. En la primera parte aún pudo mantener el tipo en un toma y daca creciente saldado con un empate que habría sido una bendición para los blanquiazules pero que su rival, lógicamente, no aceptó. Y con el 1-2 quedó muy claro que aquello ya no tenía arreglo, aunque faltara más de media hora. Un marcador que obligó a Galca a probar una fórmula (Gerard y Caicedo juntos) en la que no cree y que volvió a no dar ningún resultado. Como la suma posterior de Mamadou. Riesgo máximo pero inevitable que, como era de temer con el equipo partido en dos, no reportó ocasiones propias (ningún remate a puerta en 41 minutos de la segunda parte) a pesar de tener más del 50% de posesión en total y sí muchas al contraataque visitante antes de la sentencia definitiva. Lógica a tope.