En el rancho de Marc
El dominio de Márquez en suelo estadounidense es absoluto: ha ganado todas las carreras (9) y ha logrado 8 ‘poles’ y 11 récords
Capitán América, el Llanero solitario, el Señor de Austin... Marc Márquez agota los epítetos cada vez que llega a suelo estadounidense, donde es el dominador absoluto del último lustro, tanto en los tres años en MotoGP como antes lo fue en sus dos cursos en Moto2. Su dictadura en casa del Tío Sam deja poco margen de posibilidades a los rivales: Marc ha vencido todas las carreras que ha disputado en EE.UU. desde el 2011 (9 en total; 7 en MotoGP, 2 en Moto2), ha logrado 8 de las 10 poles (incluida la de ayer) y ha reescrito el récord de pista (de pole y de vuelta más rápida de carrera) 11 veces...
¿Por qué se le da tan bien correr en Austin e Indianápolis (y antes en Laguna Seca)? Según Márquez, el truco está en su buena química con el diseño del Circuito de las Américas (COTA) de Austin, una de sus pistas favoritas. “Desde que hicimos el test del 2013 –cuando se estrenaba en la categoría reina– este circuito me favorece mucho. Las curvas a izquierdas son mejores para mí y aquí hay muchas (11, por 9 a la derecha), además de frenadas fuertes”, un rasgo que se ajusta a su pilotaje, agresivo y descolgado.
No extraña, pues, que su hegemonía en Austin sea demoledora: en tres visitas (desde el 2013), tres victorias, tres poles con récord (ayer la 4.ª consecutiva) y dos mejores vueltas de carrera, también con récord de la pista. El mismo dominio en sus tres participaciones en Indianápolis (ausente del calendario 2016) y en la única vez que corrió en Laguna Seca (2013), aunque sin pole en California.
Este fin de semana, Márquez está marcando la línea para prorrogar su monopolio en su rancho de Texas y de paso consolidar su liderato en MotoGP, tras la victoria de hace una semana en Argentina. El de Cervera ha dominado los cuatro entrenos en Austin, con márgenes holgados sobre Lorenzo y Iannone, sus inmediatos perseguidores, y ayer ataba la cuarta pole consecutiva después de rebajar por dos veces los mejores cronos parciales de Lorenzo, segundo en la parrilla, delante de Rossi.
Sin embargo, Marc no se confía de la aparente facilidad con la que marca el mejor ritmo ni por el hecho de ser el favorito a la victoria. Su punto débil este año es la aceleración, básica en la salida de las curvas. “Las otras veces llegamos a Austin con buenas sensaciones, pero este año nos falta aceleración y aquí hay muchos puntos donde es importante acelerar. El agarre no está mal este año, así que perdemos básicamente cuando abro gas: la moto no es lo suficientemente rápida en cuarta, quinta y sexta velocidades. No puedo seguir a las Suzuki, las Yamaha, ni las Ducati, y una de las virtudes de la Honda era su velocidad punta. Nuestro punto débil es la aceleración”, admitía Márquez.
Aun así, por ritmo de carrera, el de Honda Repsol tiene una buena ocasión en Austin para abrir hueco al frente de la clasificación y distanciarse más de sus grandes rivales por el título, Lorenzo (a 16 puntos) y Rossi (a 8), antes de llegar a Jerez y comenzar el tramo europeo del campeonato, con circuitos más favorables a Yamaha. “Lo más importante es ser constante en esta primera parte de temporada”,
EL JARDÍN DE CASA En Austin, Márquez no ha dejado ni las migajas: tres triunfos, cuatro ‘poles’ y dos mejores vueltas LORENZO, LA CRUZ Austin es una de las cuatro pistas donde Jorge no gana; sufrió una bronquitis y se saltó una salida en el pasado
reconocía Marc, consciente de que necesita la regularidad que tuvo en el 2014 y que le faltó el curso pasado, cuando se dejó buena parte de sus opciones al título en el primer tercio de Mundial por las reiteradas caídas (Argentina, Italia y Catalunya), que le alejaron a 69 puntos del liderato en sólo 7 carreras.
Si Austin es el jardín de Márquez, para Lorenzo es un campo minado, uno de sus circuitos esquivos (uno de los cuatro donde no ha ganado en MotoGP, junto a Sachsenring, Sepang y Argentina). El curso pasado fue 4.º tras sufrir una bronquitis, y en el 2014 se saltó la salida, sufrió un ride-through de castigo y acabó 10.º.
Un mal fario de Jorge acorde con el rendimiento aciago de Yamaha en EE.UU.: la última victoria de la moto de los diapasones en suelo norteamericano fue en el 2010 (Lorenzo, precisamente, en Laguna Seca). Desde entonces, 12 triunfos de Honda.