Superemprendiendo
Estuve con el señor Freeman Shen en Shanghai. Le conocí en el 2011 como el primer presidente de Volvo cuando la compañía fue comprada por el grupo chino Geely del señor Li Shufu. Por aquella época me comentó que quería hacer un programa en Harvard. En uno de mis viajes coincidimos allí y me avanzó que pensaba dejar Volvo. Creó la compañía Pateo pensando con ambición en coches eléctricos. Pero quería disponer de buena tecnología y ser líder internacional: “Que Europa y Estados Unidos me copien”.
Me dijo que había desarrollado sus primeros coches eléctricos, desde sus 4 centros de investigación (en Shanghai, en otros dos sitios en China y en Alemania) empleando 400 personas. Ahora pasaría a fabricarlos. ¿Cuántos? Le pregunté. 100.000 al año, me dijo. “Voy a construir una fábrica con esta capacidad”. El Gobierno chino apoya la fabricación de coches eléctricos de forma superentusiasta. Para el 2020 quiere que circulen por China 5 millones de eléctricos. Aunque esto no es un porcentaje alto sobre el total de coches en China, fabricar 5 millones en 5 años no está nada mal.
Otro emprendedor chino, el señor Jia Yueting, ha puesto dinero y promete llegar hasta 1.000 millones de dólares, en una fábrica de coches eléctricos en Las Vegas. El Gobierno americano pone 200 millones. Producirá el Faraday y empleará 4500 trabajadores. En USA a otro emprendedor, este americano, se la ha ocurrido lanzar otro eléctrico, el Wheego y como no conseguía financiación allí (los financieros americanos empiezan a dudar del coche eléctrico) se ha ido a China y ha conseguido que la financiera china GSR Ventures le ponga el dinero. Y todavía otra compañía americana, Smith Electric Vehicles ha conseguido un partner chino, FDG Electric Van, que financie lanzar en USA este año unas furgonetas eléctricas.
El Gobierno americano no se sonroja reconociendo que ha puesto hasta 7500 dólares por coche eléctrico, entre unas cosas y otras. Pero el Gobierno chino no se sonroja aceptando que llega a los 16000 dólares por coche y quién sabe si no será más.
La prensa del mundo ha recogido que Tesla, la empresa creada por Elon Musk, lanzará el año que viene un coche eléctrico, el Modelo 3, que sólo costará 31.000 dólares. Sólo mediante ese anuncio dicen (ellos) que recibieron más de 100.000 solicitudes (con un prepago de 1.000 dólares) para comprar el Tesla 3. Mientras eso ocurre, General Motors pleitea con ellos porque dice que Tesla vende directamente al público y lo legal es vender a través de concesionarios. La realidad es que Tesla ha perdido un montón de dinero, pero sigue consiguiendo financiación para sus proyectos. En América, el año pasado se vendieron 18 millones de coches, de los cuales sólo 116.000 eran eléctricos e híbridos y en China de un total de ventas semejante solo 331.000 unidades eran eléctricos e híbridos. En el salón de Ginebra, uno de los eventos más importantes del sector de la automoción, los mayores impactos vinieron de vehículos convencionales y de cuestiones relacionadas con los materiales, que si acero, aluminio, carbono, plástico.
Hay mucho contenido emocional en todo lo que rodea al sector del automóvil. Cuando la Ford se sintió poderosa en la década de los noventa, se compró Volvo, Jaguar y Land Rover. Poco después iba desesperada hacia la quiebra y se malvendió las tres. Volvo a la china Geely, y Jaguar-Land Rover a la india Tata. Ahora la crisis siderúrgica maltrata a Tata, que va desesperada viendo a quién puede colocarle Jaguar y Land Rover. Ya aparecerá algún millonario chino que se hará con las dos empresas y luego alguien le convencerá para fabricar un Jaguar eléctrico.
Si eres rico y tienes 3 o 4 coches, seguro que te comprarás un eléctrico. Dicen que los jóvenes millennials no se comprarán coches. En fin, si usted hace coches, siga de cerca a su cliente, estúdielo con cuidado, tenga preparadas alternativas, y tire rápido de la que de verdad interese al cliente.
Dicen que los jóvenes ‘millennials’ no se comprarán coches; si usted hace coches, siga de cerca a su cliente, estúdielo y prepare alternativas