Cárcel para una madre por agredir a un profesor
La mujer, que ya había amenazado al docente, le golpeó fuera del centro
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La desaprobación de los padres a las actuaciones de los profesores de sus hijos se convierte cada vez con más frecuencia en violencia verbal o física que termina erosionando la salud de los docentes y motivando bajas laborales. Los contenciosos de la vida escolar llegan también a los juzgados. Ahora se acaba de conocer una sentencia contra una madre que agredió al profesor de su hijo de nueve años con un bolso, en las inmediaciones de la escuela, y le causó una lesión en la oreja, por lo que el juez le impone una pena de un año de prisión más un pago de casi 500 euros en total. Al parecer, la madre ya había amenazado al profesor con anterioridad y él no era el único docente del centro que había recibido sus intimidaciones. Esta sentencia, procedente del juzgado de lo penal número 28 de Barcelona, está fechada el pasado 10 de marzo.
Los hechos sucedieron el 7 de octubre del 2014, sobre las 13 horas, en las inmediaciones del instituto escuela Turó de Roquetes, situado en Nou Barris, durante el tiempo de descanso del docente D.B.R., profesor del hijo de la acusada. Al verlo, Juana F.F. le increpó desde lejos, le llamó “hijo de puta” y le amenazó diciendo que lo iba a matar. Se acercó hasta él con la intención de agredirle y le golpeó con un bolso –o una bolsa de mano– repetidamente en la cabeza, lo que le causó una inflamación del cartílago de la oreja izquierda. El maestro de primaria estuvo diez días con la hinchazón, aunque la levedad de la lesión por sí misma no le impedía seguir las clases con normalidad. Estos son los hechos probados, según la sentencia.
Sin embargo, el profesor declaró durante el juicio que había sufrido un duro golpe en el pecho –“erosión en la cara anterior del lado derecho del tórax”– y que la agresión le había causado posteriormente un estado mixto de angustia y depresión. Todo ello motivó que no pudiera desempeñar sus tareas profesionales como lo venía haciendo hasta entonces. Sin embargo, el juez considera que este último punto no está suficientemente acreditado y que “no puede concluirse que un golpe en la cabeza con un bolso pudiera causar una lesión psíquica como la que se constata”. Pero queda la incógnita de si la contusión se debió a un impacto anterior. En el escrito del juez se explica que el profesor ya había recibido en días anteriores golpes producidos por las patadas del chaval de nueve años al tratar de contenerlo en un acceso de ira en el despacho del director. Asimismo también se explicita que, en otro momento, varios profesores tuvieron que intervenir para reducirlo.
No se explica el motivo del desacuerdo entre la familia y el alumno con el centro educativo y, en concreto, con el profesor D.B.R. que es, además de maestro de educación física, psicomotricista, psicopedagogo y psicólogo deportivo.
El magistrado Ricardo Yáñez condena a la acusada, como autora de un delito de atentado a funcionario público, a una pena de un año de prisión y a una multa de un mes con una cuota de 6 euros al día. Asimismo obliga a abonar a la víctima la cantidad de 314,30 euros en concepto de indemnización por daños y prejuicios.
El profesor agredido formó parte del claustro fundacional del centro Turó de Roquetes abierto como instituto escuela en el 2011, tras la fusión de las escuelas Claret, Gaudí y Collserola. El centro cuenta con dos líneas por curso y comprende desde la etapa infantil hasta 4.º de ESO. Esta modalidad educativa, de carácter público, ofrece un proyecto único para las familias que matriculan a sus hijos a la edad de 3 años y pueden permanecer hasta los 16 en el mismo centro. Los estudiantes se ubican, sin embargo, en dos edificios distintos.
El educador ya había recibido anteriormente patadas del niño, de 9 años, en un acceso de ira