Keiko Fujimori gana las elecciones de Perú pero habrá segunda vuelta
Reñido empate entre Kuczynski y Mendoza para el segundo lugar, según sondeos
Más de una tercera parte de los peruanos votó ayer por el pasado. La populista de derechas Keiko Fujimori ganó ayer la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Perú, según los sondeos a pie de urna difundidos al cierre de esta edición. Sin embargo, la hija del expresidente y dictador Alberto Fujimori (1990-2000) deberá concurrir el 5 de junio a una segunda vuelta contra el también derechista Pedro Pablo Kuczynski o la izquierdista Veronika Mendoza, a quienes las mencionadas encuestas otorgan un empate técnico por el segundo lugar.
Mientras Fujimori obtendría entre casi el 38% y el 40%, según la encuestadora, Kuczynski y Mendoza lograrían entre el 19% y el 21% de los sufragios.
Los peruanos que votaron por Keiko lo hicieron por un pasado que parecía tan lejano como las presidencias de Alan García (1985-1990, 2006-2011) o Alejandro Toledo (2001-2006), que ayer también se postularon pero con resultados casi insignificantes, siempre según los sondeos.
Alberto Fujimori cumple una condena de 25 años en una cárcel especial de Lima por delitos de lesa humanidad y corrupción. No obstante, buena parte de la ciudadanía nostálgica agradece al Chino que Perú estabilizara la economía durante su mandato liberal y, sobre todo, que acabara con el terrorismo de Sendero Luminoso, aunque para ello violara los derechos humanos.
Si bien su hija Keiko ha repudiado durante la campaña –con la boca pequeña– el autoritarismo de su padre y se ha mostrado menos conservadora que en los comicios de hace cinco años, la China ha heredado la imagen resolutiva de su progenitor, especialmente cuando se trata de aplicar la mano dura para acabar con la delincuencia, una de las principales preocupaciones en cualquier país del continente.
Pero a sus 40 años y con estudios en administración de empresas, Keiko Fujimori –que hasta la semana pasada vio convocarse varias manifestaciones en su contra– también encarna gran parte del voto de protesta. Del malestar de los ciudadanos que han visto cómo, a pesar de que el país creció a una tasa media anual cercana al 6% entre el 2009 y el 2014, ello no se tradujo en una mejora de la calidad de vida para la clase media y baja y, al contrario, aumentó la brecha de la desigualdad. En cambio, a los inversores extranjeros y a las grandes empresas les ha ido muy bien.
Eso explica porqué el presidente Ollanta Humala, que llegó al poder en el 2011 con un programa de apariencia socialdemócrata, precisamente tras batir a Fujimori en la segunda vuelta, hoy tiene su popularidad por los suelos e incluso retirara a su candidato presidencial –no hay posibilidad de reelección en Perú– y la lista de su partido para el Parlamento ante la probabilidad de que no superara el porcentaje mínimo requerido. Por su parte,
La hija del expresidente habría logrado entre el 38% y el 40% de los votos, según los sondeos a pie de urna
Kuczynski es un empresario y economista liberal de 77 años, que fue primer ministro durante el Gobierno de Toledo y cuya campaña tampoco ha estado exenta de tics populistas. PPK, como se le conoce popularmente, acostumbra a tocar en sus mítines la flauta travesera y este fin de semana fue objeto de un rumor sobre un posible infarto, que él mismo salió a desmentir.
Tanto Kuczynski como Fujimori aparecen salpicados indirectamente en los papeles de Panamá. En el caso de Keiko, a través de uno de sus principales financiadores, con una empresa offshore, y en cuanto a PPK, por haber enviado una carta de presentación a un amigo suyo para comprar una sociedad en un paraíso fiscal.
La gran revelación de estos comicios es Mendoza, una psicóloga de 35 años que hace unas semanas apenas llegaba al 2% en las encuestas y que con un discurso antisistema ha acabado concentrando el voto de izquierdas y también de protesta.