Sanders gana en Wyoming y Cruz araña delegados en Colorado
Cuando faltan ocho días para la gran batalla de Nueva York, Bernie Sanders y Ted Cruz siguen acumulando victorias menores frente a los dos favoritos para disputarse la presidencia de Estados Unidos. Hillary Clinton y Donald Trump han salido derrotados este fin de semana en los caucus demócratas de Wyoming y en los republicanos de Colorado, respectivamente.
Especialmente preocupante está resultando para la exsecretaria de Estado el empuje que demuestra el viejo senador por Vermont, que ya lleva siete victorias consecutivas en otras tantas elecciones primarias y caucus. Sanders ganó con el 56% de los votos frente al 44% obtenido por Clinton. Lo más importante es el impacto psicológico de la victoria porque en el reparto de delegados para la convención ambos se llevaron siete cada uno.
Según el recuento que realiza la agencia AP, Clinton mantiene una ventaja sobre Sanders de 250 delegados si no se cuentan los superdelegados. Contando estos, que son los altos cargos y representantes electos del partido en distintas administraciones, la diferencia se eleva a 688.
La candidata aspira a marcar una distancia insalvable respecto a Sanders en las primarias del estado de Nueva York, el 19 de abril, con 292 delegados en juego, y en las que parte como gran favorita, con los sondeos otorgándole más de 15 puntos de ventaja. Clinton necesita distanciarse de su rival porque sus siete derrotas consecutivas alimentan los comentarios sobre la debilidad de su candidatura. Los republicanos ya lo están aprovechando. Reince Priebus, el presidente del Comité Nacional Republicano, se apresuró a proclamar que “esta cadena de derrotas de Clinton frente a un socialista de Vermont de 74 años deja muy claro lo fácil que será derrotarla en noviembre si consigue la nominación”.
Nueva York se va a convertir probablemente en el trampolín definitivo de Clinton y también de Donald Trump. El magnate apenas presentó batalla en Colorado, donde el caucus funciona de manera distinta a los demás, para centrarse en la campaña de Nueva York con la idea de apuntarse los 95 delegados que se disputan los republicanos.
Ted Cruz parte en este caso como víctima propiciatoria. Los sondeos le sitúan en tercera posición, por detrás incluso de John Kasich. El senador por Texas se arremangó en Colorado para llevarse los 34 delegados, consciente de que a partir de ahora, en la Costa Este, sus ideas ultraconservadoras tienen menos seguidores. De hecho, un comentario despectivo sobre los “valores de Nueva York” le está pasando factura no sólo en el Empire State. En Pensilvania y en Maryland, el senador por Texas nacido en Canadá e hijo de un cubano corre el riesgo de desplomarse.