Codicia y corrupción
El último escándalo aparecido con relación a los documentos descubiertos en un gabinete jurídico panameño sobre presuntas actuaciones ilícitas a través de sociedades pantalla con el fin de evadir impuestos y ocultar fondos de distinta procedencia no hace más que engrosar el rosario interminable de casos de corrupción que se han ido destapando en los últimos tiempos y que parece no tener fin.
Al margen de que estamos ante un problema endémico de muy difícil solución, en un mundo donde los poderosos tienen la sartén por el mango y no quieren saber nada de redistribución de la riqueza, la pregunta que muchos nos formulamos es por qué están aflorando ahora toda esta serie de tramas que arrancan de tiempos pretéritos, y también deberíamos realizar una profunda reflexión sobre cómo la codicia ruin y desenfrenada está embaucando a individuos que nunca llegarán a disfrutar ni la décima parte, o mucho menos, del capital que tienen acumulado y oculto en paraísos fiscales.
Acaso la idea es de dejar “apañados” a sus descendientes como presuntamente pretendía el expresident Pujol con el supuesto legado no declarado. Viendo las consecuencias que este caso está reportando a toda la familia, no parece este el paradigma que nos induzca a pensar que el gran favor que podemos hacer a nuestros hijos es dejarles en herencia legados de tal calado. JORDI TERRIS Badalona