Fabian Marcaccio presenta sus nuevas pinturas en tres dimensiones
Ramon Clapers renueva en su obra reciente las técnicas de escultura en madera
La galería Joan Prats expone la obra reciente de Fabian Marcaccio, un artista nacido en Rosario (Argentina) en 1963 y afincado en Nueva York desde 1986, que ha realizado algunos pasos notables en el incierto camino de la pintura de vanguardia del siglo XXI. El pintor propone un neologismo para definir su extraña obra híbrida: lo que él llama en inglés paintant y en castellano pintante es una contracción de pintura y mutante. Marcaccio no sólo se propone transformar la noción de pintura, sino que sus obras se presentan como una mutación en curso: representan transformaciones monstruosas en una época en que estas, por desgracia, abundan.
Algunas de sus obras recientes son casi como una instantánea pictórica y ya escultórica en vez de fotográfica, capaz de detener la imagen de una realidad dinámica, caracterizada por la producción y acumulación de objetos y de materiales y la sucesión de cambios violentos.
Sus obras recientes son pinturas que se escapan de las dos dimensiones y crecen en la tercera, como esculturas de trazos pictóricos o formas extrañas de vida. La hibridación es una de las características del monstruo, y otra es la desmesura. Y en la obra de Fabian Marcaccio se juntan ambas. Por ello el resultado se parece a una selva antinatural y monstruosa por exceso. Como todo lo que crece sin límites, esa selva representa –con plástico y colores chillones– todo aquello que destruye lo demás y a los demás para seguir su ilimitado desarrollo. Representa algunos de los aspectos más equivocados del mundo actual.
Las pinturas mutantes de Fabian Marcaccio son fascinantes por sus formas y conceptos, pero seguramente una parte del público las va a considerar horribles. A menudo sus colores son ácidos y artificiales y sus texturas pegajosas y viscosas. Su belleza es la del monstruo y este sería el monstruo de la cantidad y de la exuberancia caótica. La proliferación es uno de los modos del arte barroco, y de la personalidad barroca, tan bien representada por la literatura del cubano José Lezama Lima, por ejemplo. Pero el barroquismo de Marcaccio tiene un sentido ideológico y social, muy crítico con respecto a lo que está sucediendo en estos últimos años.
La instalación llamada 3DEP2 atraviesa una sala, sostenida por cables, y es una combinación de plástico impreso en 3 D, pintura, silicona, metales y cuerdas. En esta pintura tridimensional o escultura pictórica las formas orgánicas no identificadas han proliferado e incluyen caóticamente algunos elementos reconocibles, a menudo agresivos: dentaduras voraces, armas de guerra, una jeringuilla alada, un corazón arrancado o circuitos electrónicos, integrados en esa maleza mutante.
En otras obras, cuando una figura humana aparece en medio de masas informes de pintura o de plástico, su aspecto es siempre inquietante: la cabeza que nos mira desde la trama manchada y desgarrada del cuadro IslamicCatholic es espantosa. Las obras más figurativas son como esculturas de pintura. El rostro de Child Soldier es una carne sin rasgos, deshecha y viscosa. Y su posible pareja Daughter tiene la cabeza, el pecho y una mano manchadas, cubiertas por una especie de marea negra. Galería Joan Prats. Balmes, 54. Hasta el 21 de mayo.
Ramon Clapers. Hay artistas que destacan por su visión original o personal y que además saben expresar plásticamente sus descubrimientos, y existe también otra clase de artistas para los cuales el principal punto de partida es el dominio de ciertas técnicas y el contacto material. Yo diría que el escultor Ramon Clapers, que presenta su primera exposición individual en la galería N 2, pertenece a esta última especie. Pero su caso es particular, pues su conocimiento técnico es tal que le permite ser innovador en su disciplina. Clapers logra resultados sorprendentes gracias a su dominio sobre la madera laminada. Por lo demás, sus esculturas se sitúan en esa línea no fácil del objeto escultórico no identificado, donde las formas y colores evocan realidades distintas y hasta opuestas: ambiguas formas orgánicas –como intestinos o células– presentan colores y texturas industriales. N2 Galeria. Enric Granados, 61. Hasta el 22 de abril.