Los Mossos piden quedar al margen de la política
La policía celebra su gran día y condecora a agentes y a ciudadanos, como el padre y el hijo que encontraron a un niño perdido en la montaña
Los Mossos d’Esquadra celebraron ayer en Barcelona el acto central del dia de las Esquadres, que arrancó en el Fòrum a la misma hora que en otro punto de la ciudad, la Audiencia, comenzaba el juicio contra dos policías de la Generalitat acusados de mutilar a Ester Quintana, que perdió un ojo a raíz de un disparo con una pelota de goma, en noviembre del 2012. En su discurso, largo y meditado para no dar puntada sin hilo, el comisario jefe Josep Lluís Trapero lanzó un claro mensaje a los 17.000 mossos y a quienes ponen en duda su compromiso con sus agentes. Mostró su apoyo a esos dos mossos, como a los que próximamente serán juzgados por la muerte de Juan Andrés Benítez. Y como hizo antes de la consulta del 9-N volvió a hacer de escudo y pidió, en presencia del president Carles Puigdemont, que el debate político “deje al margen a la policía”.
Trapero reiteró sus disculpas a Ester Quintana y volvió a reconocer que no tiene ninguna duda de que los Mossos la lesionaron. Pero recalcó que ni entonces ni ahora puede precisar cómo sucedieron los hechos y que la policía nunca ha mentido cuando ha dicho que no sabe cómo y quién mutiló a la mujer. “No escondemos nada, es que no sabemos más”, dijo, y aseguró que “desde entonces hemos trabajado para que eso no vuelva a suceder”.
El comisario repasó las operaciones policiales más importantes de este último año y no ha dejó pasar la oportunidad de recordar todos aquellos intentos “fallidos” de colocar a la policía de la Generalitat en la picota. “Hemos tenido que demostrar que no fuimos los causantes del trágico accidente en Salou”, en el que murió un hombre que huía de la policía. “Hemos tenido que demostrar que no somos los culpables de los robos de cobre”, tal y como les responsabilizó el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. E incluso se ha permitido bromear recordando haber leído alguna vez que los Mossos están “comprando armas de guerra, entrenando con los servicios secretos israelíes”, o que tienen un teléfono de espías que colocan debajo de las mesas. “Hemos tenido que volver a demostrar que no somos una especie de diablos con cuernos y cola, sino sólo una policía digna y democrática preocupada por servir lo mejor que sabe y puede a la ciudadanía”.
En su turno de palabras, el conseller Jordi Jané reivindicó la coordinación con el resto de las fuerzas de seguridad, mientras que el president Puigdemont se comprometió a luchar donde haga falta para que los Mossos tengan el lugar que les corresponde en los organismos internacionales, para luchar así mejor contra el terrorismo yihadista.
En el acto se reconoció con medallas y placas la labor y el compromiso de muchos policías y civiles, entre ellos el padre y el hijo que nada más empezar el año salvaron la vida al pequeño Jordi, perdido en una montaña. Un reconocimiento que mereció una ovación, como las medallas concedidas a familiares de los mossos fallecidos.