La Fiscalía denuncia sobrecostes en las compras de la exdirectora del IVAM
Consuelo Císcar mandó adquirir obras que no existían por 2,6 millones de euros
La instrucción judicial sobre la gestión en el IVAM durante la etapa de Consuelo Císcar (20042014) sigue ofreciendo datos que apuntan a graves irregularidades en compras y adquisición de servicios. La fiscalía sostiene que existió un “evidente sobrecoste” en la adquisición de obras de arte. En concreto, y como ejemplo, el ministerio publico manifiesta que se ordenó la compra de piezas de Gerardo Rueda que aún no estaban realizadas, “beneficiando al heredero” del artista en 2.657.177 euros.
La denuncia de la fiscalía, que se ha incorporado a la instrucción judicial contra Consuelo Císcar, fue adelantada el domingo por el diario Levante-EMV y ampliada ayer por Europa Press, y se apoya en el Informe de la Intervención General de la Generalitat Valenciana. El mismo informe revela que Agentes del grupo de Delincuencia Económica de la Policía Nacional (UDEF) y del juzgado han requisado las copias de seguridad de los ordenadores de la exdirectora y todo su equipo directivo. Junto a Císcar están también imputados los que fueran subdirectores de Administración y Finanzas, Juan Carlos Lledó; de Gestión Interna, Juan Bría; de Publicaciones, Norberto Martínez; y Técnico Artística, Raquel Gutiérrez, y el empresario, Enrique Martínez. Todos están acusados de los presuntos delitos de malversación, prevaricación y falsedad documental.
El material intervenido incluye los correos electrónicos y los documentos guardados durante la mayor parte de los diez años de gestión que apuntan a la estrecha complicidad entre los actores de estos presuntos delitos. En el informe se cuestiona la compra de varias piezas del pintor y escultor Gerardo Rueda (1926-1996). El IVAM suscribió en el 2006 con el heredero del artista un contrato de compraventa y donación por el que se compraban siete piezas y se recibían por donación 77. El texto señala que “44 de estas obras requerían ser previamente fundidas para su incorporación al museo, firmando a tal efecto un contrato con la Fundición Capa por importe de 512.524 euros”.
En relación con estas obras, la investigación detecta varias incidencias. Por ejemplo, la fundición facturó 10.586 euros por los trabajos de la obra La moneda, el tiempo y el laberinto. Homenaje a Borges II (segunda parte de la obra del mismo título adquirida en el 2004), factura que fue conformada y pagada por el IVAM. Además en documentos posteriores se reconoce que la obra ha sido entregada. No obstante, la jefa del departamento de Registro del IVAM manifiesta en un informe de febrero del 2015 “sus dudas acerca de la procedencia de la factura conformada previamente por el IVAM, puesto que esta obra, en su segunda versión, no ha sido entregada”. Asimismo, subraya que de la obra anterior, 32 objetos artísticos donados no se han recibido por el IVAM, “sin que consten gestiones para su incorporación efectiva al patrimonio del instituto”.
Respecto a los sobrecostes, aporta una tabla en la que se aprecian las diferencias entre el precio que pagó el IVAM por ocho obras de Gerardo Rueda –Gran relieve, Sin título 1970, Altamira, Polar II, Rotondo, Bodegón con cerradura,
El IVAM pagó tres millones por piezas de Rueda valoradas en 287.176 euros
Un informe señala que Ciscar compró obras que no se sabe si eran originales o copias
Construcción rusa I y Bodegón olvidado– y que la Comisión de Valoración de Donaciones del IVAM consideró como de mercado. Mientras el informe de la comisión valoraba estas piezas en 287.176 euros, el museo desembolsó casi 3 millones de euros , es decir un 925,28% superior y 2,6 millones más de lo que marcaría el mercado.
En otra parte del sumario, se ha incluido un informe del conservador responsable de la colección, fechado en noviembre de 2015 y pedido por el juzgado, en el que habla de la obra comprada de Gerardo Rueda. El especialista apunta respecto a la pieza Sin título (1970/2007) de Rueda fue adquirida en 2006 y entregada al museo en el 2007. “La fecha de 21970”, aclara, “responde a la datación proporcionada por José Luis Rueda, heredero legítimo. No podemos determinar, salvo mejor criterio, si se trata de una obra original o copia de otra obra anterior al no haber ninguna prueba que permita corroborar la intención del artista”, concluye.